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 El MSP clausuró 38 hogares de ancianos por "deficiencias"

 

Por F. Fernandez y Maria E. Lima, El país

 

Uruguay

 

El 7 de julio de 2008

 

En las casas de salud cerradas desde 2005 había problemas de higiene, edilicios y alimentación inadecuada. Anuncian un plan piloto de hogares de medio día y nuevas normas.

Cecilia tiene 102 años. Desde hace 32 vive en el hogar de ancianos María Pombo de Rivera. Para ella su familia son sus compañeros. Pero no todas las residencias son tan acogedoras. Desde 2005 cerraron 42 en todo el país, 38 por clausuras.

En Montevideo cerraron 22: dos de ellas cesaron sus actividades y el resto fueron clausuradas por el Ministerio de Salud Pública (MSP) por no cumplir con las normas. Esa cartera de Estado aplicará un plan piloto de hogares de medio día como forma de instrumentar una alternativa a los hogares y residencias de ancianos de tiempo completo que hoy existen.

Con esta opción la persona no pierde el vínculo con la familia y con el barrio en el que estuvo durante años, explicó a El País Gilberto Ríos, subdirector de la Dirección General de la Salud del MSP.

En las residencias clausuradas se detectó la falta de personal calificado, deficiencias edilicias (poco espacio por ejemplo), higiene inapropiada, mala alimentación de las personas, entre otras situaciones.

En el interior fueron cerradas 20 residencias en 10 departamentos y sólo dos de ellas dejaron de funcionar por propia voluntad de sus gestionantes, una en Soriano y otra en Colonia. El resto fueron clausuradas en Canelones (3), Salto (3), Rocha (3), Tacuarembó (3), Durazno (2), Colonia (1), Flores (1), Maldonado (1) y Florida (1).

Hoy la cartera de Estado tiene registradas 342 casas de salud de ancianos de todo el país. Esta cifra muestra un gran avance en el registro respecto a 2005, año en el que el Ministerio de Salud sólo tenía bajo control 29 casas de salud en Montevideo y ninguna nómina de residencias de salud de ancianos privadas en el interior del país.

El MSP sólo sabía de la existencia de los hogares públicos en esos 18 departamentos, explicó Ríos.

En septiembre de 2005 esta repartición del Ministerio de Salud intimó a las residencias a regularizarse y fue así que mejoró el registro.

"La regularización de instituciones ha sido de un crecimiento exponencial, así como han sido dadas de baja algunas y otras siguen en situación de informalidad. Este es un problema que no está totalmente solucionado", reconoció.

Para "blanquear más la situación" el Ministerio está elaborando una norma que estipula la categorización de las residencias, informó. "Va a permitir que haya diferentes categorías con exigencias a otros niveles para algunas cosas y eso puede posibilitar que otras instituciones hagan el trámite y así quedan bajo la lupa del Ministerio", explicó el jerarca.

La categorización aún está en la etapa de estudio de los técnicos del MSP.

HABILITADAS. En la actualidad hay 56 residencias de ancianos habilitadas por el Ministerio de Salud en todo el país: 44 en Montevideo y 12 en el interior.

En trámite de habilitación hay 126 en la capital del país y 83 en 16 departamentos del interior. También está el caso de las residencias registradas en el Ministerio de Salud pero que aún no empezaron el trámite de habilitación: son 26 en Montevideo y 9 en el interior.

Estas instituciones deben cumplir con la ley 17.066 que establece las condiciones de funcionamiento.

La norma indica que deberán contar con un médico geriatra gerontólogo o general. Además, "como mínimo tienen que tener una planta física iluminada y aireada naturalmente, provista de todos los servicios necesarios para el cuidado de la salud integral, la higiene y la seguridad de los residentes".

El hogar María Esther Pombo, en el que vive Cecilia, tiene amplios dormitorios, espacios funcionales y calefacción, comprobó el corresponsal de El País en Rivera. Cumplió 32 años el 26 de junio pasado, habilitará dos nuevas habitaciones para más personas, dijo Ena Sagreda, encargada del lugar. Hoy hay 60 ancianos viviendo allí.

Esta institución surgió como una iniciativa de la no vidente María Esther Pombo, quien durante años recorrió las calles de la frontera Rivera - Livramento pidiendo monedas para construir este lugar. Cecilia vive allí desde la primera semana de su apertura (ver recuadro).

PLAN PILOTO. Más allá de la situación de las residencias de ancianos del país, el Ministerio de Salud aplicará un plan piloto para atender de otra forma la ancianidad creciente de Uruguay, anunció Ríos. Abrirán hogares de medio día. Evalúan que el primero esté en el barrio Cerro de Montevideo. En esta experiencia también trabaja el Banco de Previsión Social y el Ministerio de Desarrollo.

"El concepto de asilo en salud es un concepto que se está revisando, ya ha pasado con la parte psiquiátrica en el mundo", explicó Ríos. Estar en instituciones provoca que hasta un 50% de las personas pueda sufrir depresión, 50% pueda tener grados de deterioro cognitivo y hasta 50% pueda sufrir distintos grados de incontinencia.

Uruguay posee un 13% de adultos mayores de 65 años, de los cuales casi la mitad están institucionalizados.

Hay que "pensar en hogares de medio día para que el individuo no se desprenda totalmente del núcleo familiar, sino que en las horas que no tiene contención en la familia tiene un lugar donde encontrarse con gente de su edad y que después vuelva a su domicilio", consideró el subdirector.

Volver a su casa "no es un factor menor porque gran parte del problema que tiene al ir a una casa de salud es el golpe emocional que significa separarse de una cosa. Son personas mayores que estuvieron muchos años de su vida atadas a un barrio, a personas", agregó.

Pero el hecho de que los adultos mayores puedan vivir en un hogar de ancianos sin perder la vinculación con su familia también depende de sus propios parientes, que en muchos casos los olvidan.

La encargada del hogar de Rivera destacó la visita de escolares y de organizaciones que reciben las 60 personas de esta institución, que "disimula que muchos ancianos pasen muchos días sin recibir visitas de sus familiares directos".

Las cifras

342 Es la cantidad de casas de salud de ancianos registradas en todo Uruguay. En 2005 sólo estaban anotadas 29 de Montevideo.

126 Es la cantidad de residencias de ancianos que están actualmente en trámite de habilitación ante el Ministerio de Salud Pública.

Más inspectores para casas de salud

Habrá más inspectores del Ministerio de Salud para controlar las residencias de ancianos de todo el país, anunció el subsecretario de esa cartera, Miguel Fernández Galeano.

El jerarca afirmó que "se debe garantizar el pleno goce de los derechos de los adultos mayores". Estas declaraciones fueron realizadas el 15 de junio, en el marco del Día Internacional de la Toma de Conciencia contra el Abuso y Maltrato en la Vejez.

"La sociedad tornó invisible esta problemática y es necesario continuar desarrollando políticas que garanticen el pleno goce de los derechos", sostuvo Fernández Galeano.

Fernández Galeano informó que en 2005 existían sólo cinco inspectores para controlar el cumplimiento de las obligaciones de las instituciones de salud para ancianos y que actualmente se trabaja con un cuerpo de 140 inspectores.

Estos funcionarios de Salud Pública que controlan el estado de las residencias de ancianos de todo el país se basan en la ley 17.066 para realizar la inspección. Esta norma establece las condiciones de funcionamiento y marca diferencias en los conceptos de "hogares", "residencias", "centros de diurnos y refugios nocturnos" y "de los servicios de inserción familiar".

Establece multas de 1 a 50 Unidades Reajustables (de $ 362 a $ 18.100) por persona, en el caso de incumplimiento de algún requisito establecido por la norma. 

Los 103 años de Cecilia:

A los tres años, Cecilia quedó huérfana por la muerte de su madre. Su padre, un guerrero de Brasil que emigró a Uruguay, la entregó a una familia brasileña. Esa es una de las razones por las que nunca fue alfabetizada. Cecilia comenta con orgullo: "nunca fumé, ni tampoco tomé alcohol". Y con un dejo de picardía asegura que le gustaba bailar. "Pero ahora no puedo", admite con tristeza. Pese a que ya pasó el siglo, Cecilia mantiene su vivacidad y poco a poco rescata del recuerdo episodios de su vida. Cuenta que se casó dos veces. Y que durante 35 años trabajó con la familia Lanfranco en Montevideo. "Hasta que me jubilé y volví a Rivera", explica. Cecilia cumplirá 103 años el 4 de noviembre. No tuvo hijos. Cuenta que "su familia" son las 60 personas que residen en el hogar María Esther Pombo de Rivera. Entró a vivir allí a la semana de haber abierto, hace 32 años. También considera como su familia a los Lanfranco, que periódicamente la llaman o la visitan. 


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