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¿Quién nos cuidará dentro de 20 años?


Por Lara Cotera, www.heraldo.es


25 de Agosto de 2009

 

España

 

Veintinueve geriatras dan servicio a los mayores de todo Aragón. Son pocos, pero suficientes para las labores que hasta ahora desempeñan. Sin embargo, los profesionales alertan de que los nuevos planes de salud y el envejecimiento de la población -muy acelerado en la Comunidad- pueden hacer que las dotaciones se queden cortas. 

Un informe del Ministerio de Sanidad elaborado este año sobre la falta de especialistas médicos ya apunta un déficit de geriatras, aunque este es calificado como leve. Pero las cuentas no salen. El porcentaje de personas mayores de 65 años es del 20,1% en Aragón, que solo es superada en envejecimiento por Castilla y León, Asturias y Galicia. Y se calcula que la pirámide de población no va a dar tregua. En 2030, la tasa puede llegar al 30%. Además, en nuestra Comunidad hay un plan de cuidados paliativos en marcha, que comprometerá muchos recursos. 

De estos 29 geriatras, 19 trabajan actualmente en Zaragoza: ocho en el Hospital Provincial (son los del antiguo Hospital San Jorge), uno en la unidad de valoración geriátrica del Miguel Servet, ocho en el Hospital San Juan de Dios, que mantiene un convenio con el Salud, otro en una residencia de Servicios Sociales y, el último, en la medicina privada. Además, en Huesca son siete: cinco en el geriátrico Sagrado Corazón y dos en el Hospital de Barbastro. Otros tres lo hacen en el Hospital San José de Teruel. 

La presidenta de la Sociedad Aragonesa de Geriatría, Pilar Ochoa, es clara: "La dotación que hay ahora es suficiente, pero porque no hacemos todo lo que podríamos hacer". Estos profesionales se ocupan de la patología del mayor y pueden lograr que vivan sus últimos años de vida con una calidad asistencial óptima. Por eso, en otras comunidades ya han comenzado a ampliar plantilla. 

Y no es una necesidad baladí, ya que las personas mayores, aunque sean sanas, tienen muchos riesgos derivados de su edad: ulceraciones, deshidrataciones, necesidad de ayudas sociales, soledad... 

Además, ahora el plan de cuidados paliativos que va a permitir atender a 8.000 aragoneses con estas necesidades, hará que haya que aumentar las camas de convalecencia. 

En el Miguel Servet habrá una unidad de 13 camas, que agrupará a aquellos que antes estaban en otros servicios. Allí se atenderán los casos más complejos y que tengan más necesidad específica de cuidados. En el Clínico se funcionará igual y también habrá una unidad con nueve camas. Además, se habilitarán otras 22 plazas en total, seis en el sector de Zaragoza I, cuatro en el de Huesca, cuatro en el de Barbastro, tres en el de Teruel, tres en el de Alcañiz y dos en el de Calatayud. 

Y, si esto es así, habrá que incrementar medios materiales y humanos, o eso piensan los geriatras. Por ejemplo, ahora se asiste al anciano con patología aguda en el Provincial y se le brindan unos esmerados cuidados, físicos y sociales. Los profesionales son expertos en ellos y quieren mantener este tipo de servicio a la sociedad. Pero si también deben ampliarse los recursos a convalecientes, serán necesarias más camas y más manos. Si no, será tarea casi imposible. 


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