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Los geriatras consideran una negligencia no adoptar medidas preventivas frente a las úlceras por presión

www.consumer.es

16 de enero de 2009

España

Estas lesiones aparecen cuando el anciano lleva mucho tiempo acostado sin cambiar de postura.


La negligencia es uno los principales tipos de maltrato que sufren las personas dependientes mayores de 65 años en España, en su mayoría a manos de profesionales de los servicios sociales (seis de cada diez casos) o de familiares y cuidadores (en el 40% de los casos), según se desprende de un estudio presentado por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). 

Entre otras cosas, el informe recoge como negligencia no cambiar la postura del anciano en la cama para evitar la aparición de úlceras por presión, algo que, según los expertos de la SEGG, suele ocurrir en los servicios de Urgencia de los hospitales. 

Estas lesiones se originan por falta de riego sanguíneo. Por lo general se producen en sitios donde existen prominencias de los huesos, de forma que al comprimir la zona de apoyo entre éste y el resto del cuerpo se produce la disminución o suspensión del flujo de sangre, lo que daña los tejidos. 

Si bien no es una enfermedad exclusiva de ancianos, estos tienen ocho veces más probabilidades de padecerla. Para tranquilidad de los mayores, los expertos señalan que sólo el 2% de las úlceras por presión puede poner en peligro la vida del enfermo. 

La zona de la úlcera depende de la posición y el tipo de reposo que lleve a cabo el afectado. Los que están más tiempo boca arriba tienen más riesgo de que se produzca en la espalda, glúteos y talones, mientras que si pasan las horas recostados de lado se resentirán los hombros, caderas, cara interior de las rodillas y tobillos. 

Prevención 

Los expertos dicen que la prevención es fundamental para evitar que aparezcan este tipo de úlceras. Por ello, recomiendan cambiar de posición cada dos horas, levantar cada día al paciente, mantener limpia e hidratada la piel y usar equipos de dispersión de presión, como un colchón de presión alterna, almohadones, férulas de espuma o bolsas de agua. 

Cuando ya ha aparecido la úlcera, lo más importante, según los expertos, es limpiar la zona lesionada con suero salino y curarla de forma adecuada. También se pueden emplear apósitos que ayuden a la cicatrización. Podría ocurrir que se infectará por medio de una bacteria, en tal caso habría que recurrir a los antibióticos. 

Las úlceras por presión menos graves tardan en curarse entre dos días y una semana, mientras que las que se complican pueden llegar a durar meses e incluso años. 


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