En la República Dominicana, donde
29 de cada 100 personas mayores de 60 años padecen pobreza, el Estado
es el mayor prestador de servicios de salud a la población envejeciente,
reveló el informe presentado este febrero por el país ante las
Naciones Unidas. A pesar de los avances en ese ámbito, el informe
indica que en el país la situación de protección de las personas
adultas mayores evidencia algunos retos para mejorar la garantía de los
derechos de ese grupo poblacional., en medio de la difícil situación
económica mundial.
El reporte fue presentado este 14
de febrero por Nuris Presbot de Michel, del Consejo Nacional de Personas
Envejecientes (Conape), quien habló en representación del ministro de
Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, ante la 49
sesión de la Comisión de Desarrollo Social de la ONU, en Nueva York,
en el marco del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el
Envejecimiento.
Al inicio de este nuevo
siglo, observa, República Dominicana empieza una transición demográfica
con predominio de la población joven hacia un país con población más
adulta, lo que implica la necesidad de mejorar el sistema de protección,
orientando esas políticas a proteger a la población adulta
mayor, en particular las personas vulnerables por su edad y condición
de pobreza.
Al 2010 se proyectaba que la
población mayor de 60 años era de casi 844 mil 996 (8% de la población
total) y se proyecta que en cuatro años, al 2015, será el 9.6%.
En cuanto a protección en salud,
en 2009 sólo el 14.3% de la población mayor de 60 años tenía seguro
de salud, población que aumentó a 18.9% para el pasado año 2010,
siendo más difícil la situación para las personas desocupadas..
Pero la delegada enteró al organismo hemisférico que el país ha
empezado a planificar un horizonte de largo alcance, propuesto en la
Estrategia Nacional de Desarrollo para los próximos 20 años, que
establece en esencia una sociedad con mayor equidad social.
En efecto, la delegada
dominicana informó al auditorio sobre el diseño de políticas y planes
de protección y asistencia social para esa población con el propósito
de erradicar la pobreza extrema y garantizar el derecho de envejecer con
seguridad social.
Presbot de Michel explicó que el
sistema de protección social dominicano está compuesto por el régimen
subsidiado de la seguridad social, los hospitales estatales y una
asistencia social que incluye transferencias en efectivo, subsidio de
precios y empleos de emergencia.
Sobre la población envejeciente
requerida de protección, los jefes de hogares con más de 60 años,
pobres y dependientes de hogares jóvenes son 116 mil 398, de los cuales
más de 82 mil adultos mayores reciben mensualmente la asistencia del
Conape, mediante programas que incluyen medicamentos, tratamientos,
alimentos, reparación de viviendas y donaciones que ascendieron en 2010
a RD$369.7 millones.
Resaltó que mediante uno de
esos programas, el de Protección al Envejeciente de Extrema Pobreza (PROVEE),
que selecciona a esa población a través del Sistema Único de
Beneficiarios (SIUBEN), se subsidia de manera complementaria a otras
ayudas que las familias pobres reciben en alimentación “Comer es
primero”, luz elèctrica “Bono Luz” y gas de cocina “Bono
Gas”.
El informe consiga igualmente que
el Gobierno, con la gestión del Conape y en coordinación con el
programa Solidaridad otorga a 75 mil personas mayores de 65 años un
subsidio de 700 pesos.
Informó al organismo mundial que
el Consejo Nacional de Envejecientes extendió sus servicios al vecino
Haití, donde junto a la Fundación Mensajero de la Paz de España
instaló un Centro de Atención al Envejeciente para apoyar y orientar a
los mayores haitianos afectados por el terremoto del 12 de enero de
2010.