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Tercera Edad: Los Factores que dan Calidad de Vida
El Mercurio, Mónica Cuervas Urízar
Chile
Octubre 4, 2004
El mes de octubre ha sido consagrado a los adultos mayores, el grupo etario que más rápidamente crece en el mundo y que más desafíos plantea a las sociedades modernas. Uno de ellos -de los más fundamentales-, el de la calidad de vida.
"Uno de los cambios importantes en la gerontología es el giro desde poner el énfasis en conocer los problemas de la vejez a entender los factores protectores que permiten una mejor calidad de vida en esta etapa", explica la socióloga de la Universidad Católica Carmen Barros, quien lideró el estudio. "Componentes de la calidad de vida del adulto mayor y factores asociados", recientemente concluido.
"Calidad de vida" es un concepto complejo que involucra variables físicas, sicológicas, ambientales, sociales y culturales.
La capacidad de funcionamiento físico, la percepción del estado de salud, el significado que se atribuye a la vejez, el apoyo social instrumental (tener a quien recurrir en caso de problema o necesidad), y la realización de actividades como leer, salir de la casa y hacer ejercicio fueron algunos de los factores asociados a la calidad de vida en el estudio de la UC.
Falta plata
Sin embargo, el resultado que más salta a la vista es que el nivel socioeconómico es la variable que más impacta en la calidad de vida en la tercera edad. "La primera razón para estar insatisfecho es la precariedad del ingreso. Es el factor que más influye en el bienestar y el distrés (sentirse solo, triste y angustiado)", explica Carmen Barros.
El 49% de los encuestados declaró que sus ingresos no alcanzaban para satisfacer sus necesidades. En el segmento socioeconómico bajo, la cifra llegó al 82%.
En ese estrato, los adultos mayores tienen una peor percepción de sus condiciones de salud, leen menos, tienen un menor nivel de apoyo instrumental perciben la vejez en forma más negativa, experimentan mayor distrés y menor satisfacción, advierte la investigación. Es decir, impacta en casi todos los aspectos relacionados con la calidad de vida.
Otro estudio, realizado en adultos mayores de la comuna de Providencia -la más envejecida de Chile-, arrojó que el tema económico es el más sensible en términos de calidad de vida.
"Hay que pensar que ésta es una generación que no se educó para vivir tanto tiempo, por lo que ha tenido que adaptarse como una especie de grupo experimental a todos los cambios", explica el sociólogo Germán Parada, quien lideró la investigación.
"Y entre otras cosas, la prolongación de la vida no les ha sido fácil porque han visto limitado su acceso a los bienes y servicios por la brusca disminución de su ingreso", agrega.
Rol activo
Otro factor determinante es la educación. El estudio de la UC demostró que los adultos mayores que tienen mayores niveles educacionales leen más y hacen más actividad física.
"La educación influye además en la percepción de autoeficacia, es decir, en la capacidad de los adultos mayores de tener control sobre lo que les ocurre. Por tanto, la persona educada adopta un rol activo frente a su proceso de envejecimiento", explica Carmen Barros.
Esta variable también afecta la forma en que se percibe a la sociedad. "A menor nivel educacional, los adultos mayores tienen una sensación de que el mundo es más hostil hacia ellos", explica Parada.
Así, por ejemplo, el 46% de los adultos mayores de Providencia cree que no se los respeta. Entre los que sólo tienen educación básica la cifra llega a 66%, mientras que entre los de nivel universitario, la percepción de no ser respetado sólo la tiene el 36%.
Algo similar ocurre con la sensación de ser o no comprendidos por los demás, lo que también afloró como una variable vinculada a la calidad de vida en el estudio de Providencia. El 74% de los mayores que sólo tienen estudios básicos se siente incomprendido; bastante más que los que llegaron a la universidad (52%).
En lo que la gran mayoría de los adultos mayores coincide es en que la familia es un pilar fundamental de la calidad de vida. Y los estudios muestran que es en la pareja donde los mayores encuentran su soporte incondicional. "La viudez tiene un impacto muy importante en la calidad de vida y la sensación de soledad, y este peso se lo llevan más fuertemente las mujeres, que viven más tiempo", explica Carmen Barros.
Pero no es el único factor. Según el sociólogo Germán Parada, en torno a los 55 años la soledad comienza a aparecer como un tema relevante, probablemente por la salida de los hijos del hogar. "Entre los 60 y los 75 los adultos mayores parecen haberse acomodado a esa situación, pero después de los 75 la soledad vuelve a recrudecer, posiblemente asociada a un nuevo alejamiento de los hijos, que en esa etapa están absolutamente abocados a sus familias nucleares.
La socióloga Carmen Barros detectó que los adultos mayores comprenden la falta de tiempo de sus hijos, por lo que no hacen exigencias frente a ellos. Por eso, ante la soledad, acuden a sus propios recursos: ven televisión, escuchan radio, llaman por teléfono a un amigo, salen a dar una vuelta o rezan.
De hecho, otro aspecto relevante en la calidad de vida es la confianza en Dios. En la investigación de la UC, el 90% de los adultos mayores declaró sentir esta confianza, aunque sólo el 28% participa en actividades relacionadas con la espiritualidad.
"Esta confianza en Dios no evita que las personas se sientan solas, tristes o angustiadas; pero hace esta situación más aceptable, les da resignación y permite que pese al distrés, se sientan satisfechas. Éste es un aspecto que las iglesias deben recoger", comenta Carmen Barros.
Los caminos
Para los expertos, mejorar la calidad de vida de los adultos mayores necesariamente pasa por brindar una atención preferencial al tema de las pensiones y jubilaciones. "Es un gasto muy grande, pero el impacto que tiene sobre la calidad de vida es enorme", afirma la socióloga Carmen Barros.
Otro tema clave es el fomento de la lectura y la actividad física, así como la creación de redes de apoyo comunales, por ejemplo, a través de programas de voluntariado; esto especialmente en las comunas de nivel socioeconómico bajo.
"También es muy importante influir sobre el significado atribuido a la vejez, la percepción de autoeficacia y de salud de los adultos mayores, a través de la capacitación, pero también de la educación de los niños ya desde la edad escolar", agrega la socióloga.
Germán Parada añade que es necesario agudizar la mirada sobre los adultos mayores. "No existe un modelo único para enfrentar el envejecimiento. Hay que estudiar las realidades en las comunas y considerar las opiniones y experiencias de los adultos mayores en cada realidad".
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