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Tres de Cada Diez Ancianos Españoles Padecen Insomnio
Terra
España
30
de septiembre, 2005
Según estos expertos, se estima que al menos un 35 por
ciento de la población anciana padece insomnio, un trastorno que aumenta
con la edad y que motiva muchas consultas en atención primaria, ya que,
según apuntan, a edades avanzadas el sueño empieza a ser más escaso, y
fragmentado, además de que se suele agravar con los problemas
respiratorios o el 'síndrome de las piernas inquietas', que este grupo
diana suele padecer a estas edades.
En este sentido, el coordinador de la Clínica del Sueño
Estivill del Instituto Universitario Dexeus de Barcelona, Francisco
Segarra Isern, quien también es responsable del taller sobre Insomnio en
el anciano de estas jornadas, apuntó que con la edad 'se experimentan
cambios en nuestro reloj biológico, produciéndose un adelanto de la fase
del sueño'.
Ello se traduce, según dijo, 'que muchos ancianos se
quejen de despertarse demasiado pronto por la mañana y de que sean
incapaces de volver a dormirse, lo que motiva que pidan consejo a su médico
de familia'.
Por su parte, el director de estas jornadas, el doctor
José Zarco, destacó que un anciano de 70 años 'se estima que dormirá
de media unas 5 o 6 horas fragmentadas', por lo que estableció como
prioridad fundamental que el médico de familia 'disponga de herramientas
suficientes para poder enfocar este trastorno y, si es preciso, tratarlo
siguiendo unas pautas concretas en función de las características del
sueño en el anciano'.
'En la mayor parte de los ancianos que padecen insomnio,
el origen suele estar en enfermedades frecuentes a estas edades, como son
los problemas respiratorios, cardiacos o reumáticos', insistió por su
parte Segarra.
Adoptar rutinas para el sueño
Por ello, este experto destacó que el tratamiento del
insomnio debe ir encaminado, 'en primer lugar, a eliminar las posibles
causas', si bien matizó que 'antes de iniciar cualquier tratamiento se
deberá dar al anciano unas normas de 'higiene del sueño', es decir, unas
pautas para adaptar sus horarios y rutinas a su necesidad de sueño'.
En cuanto al empleo de fármacos, el doctor Zarco dijo
que los más frecuentes 'son las benzodiacepinas, por sus propiedades
tranquilizantes e inductoras del sueño', si bien puntualizó que, 'antes
de administrar un fármaco hipnótico, los médicos de familia debemos
descartar que el insomnio no se deba a otra alteración del sueño',
concluyó.
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