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La Vejez de un Migrante
Por Patricia Zugayde, El Universal
25 de febrero de 2006
Tiene más de 70 años y casi no puede caminar; el año pasado, después de un tiempo, Benjamín Pérez volvió a Estados Unidos, ahora como ilegal. En los 70 vino a California a trabajar en los campos y los beneficios a los que tiene derecho los per- dió por regresar a su país, México. Hoy que es un hombre de la tercera edad lamenta que "mis hijos no se quieren hacer cargo de mi, para ellos ya no existo y menos para el gobierno de Estados Unidos, pese a que aquí me hice viejo y dediqué mi vida a los campos agrícolas".
Según el Consejo Nacional de Población (Conapo), en México 7% de los poco más de 10 millones de mexicanos radicados en la Unión Americana tiene 60 años o más.
Benjamín sería hoy un residente o incluso ciudadano americano, pero "muchos problemas con mi ex esposa, la nostalgia, circunstancias que se dieron por la muerte de uno de mis hijos en un accidente automovilístico, la tristeza, me hicieron regresar a México. Ya había iniciado el trámite para que me dieran mi tarjeta que me permitía vivir legalmente en este país, pero me fui".
Unas de sus hermanas y su sobrina lo están ayudando. La señora Alicia, hermana de Benjamín, comenta: "Mi hermano no tiene casa, estuvo un tiempo con una de mis hermanas, pero ya no lo quiere más porque no tienen lugar para él. Ahorita vive conmigo, pero es el mismo problema, duerme en la sala porque no hay un espacio digno donde pueda vivir, ni siquiera puede tener un trabajo porque está viejo y ya ni puede caminar".
El Conapo señala que 26% de la población mexicana de la tercera edad (entre 60 y 74 años) es económicamente activa. De hecho, la proporción de ocupados excede 90%.
Marina, sobrina de don Benjamín, expresa que "ya fui a todas las oficinas correspondientes a investigar la situación de mi tío, porque conozco acerca de los beneficios y sí tuvieron el registro de él, pero esa ley que le daba ciertos privilegios por su edad los perdió cuando expiró una ley para trabajadores agrícolas. Lo que es peor, regresó a este país de manera ilegal".
Marina explica que las autoridades que la atendieron le informaron que "tal vez si mi tío hubiera pedido ayuda estando en México acerca de los beneficios que le corresponden hubiera sido diferente. Podía comprobar que estaba aquí en determinados años, pero hoy ya no puede hacer nada; es más, hasta podría ser deportado y en México ya no tenemos familia, si se enferma no hay quien vea por él".
El Conapo plantea "que no deja de ser dramático que los 140 mil mexicanos en edad avanzada que residen en EU,al no estar asegurados, experimentan una condición de extrema fragilidad ante cualquier enfermedad. Benjamín perdió beneficios tales como el de gozar de una mensualidad que incluye el pago de una renta en un lugar modesto, atención médica, medicinas y alimentación, entre otros.
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