Más de la mitad de la población adulta mayor no cuenta con ningún tipo de educación formal. Cerca de 12,500 personas mayores de 80 años tienen que trabajar para sobrevivir y apenas cinco, de cada cien adultos mayores, están jubilados y pensionados.
En ocasión de celebrarse la Semana del Adulto Mayor, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras (CONADEH), en el uso de sus facultades somete a consideración del pueblo hondureño el resultado del diagnóstico sobre la situación de los adultos mayores en Honduras.
Aunque la legislación nacional e internacional es abundante en leyes, convenios y tratados que dan cuenta de la protección de los derechos de las personas mayores de 60 años, su incumplimiento y violación se ha convertido en una práctica sistemática que afecta directamente sus condiciones de vida.
Entre las dificultades que enfrentan los adultos mayores están: las debilidades del marco jurídico interno; no son incorporados en los planes y los programas de gobierno; y la falta de conciencia en los funcionarios y empleados para garantizar el cumplimiento de sus derechos.
En Honduras, es manifiesto el bajo porcentaje de la población asegurada y pensionada. Se estima que de los casi 500 mil adultos mayores, apenas cerca de 24 mil están jubilados y pensionados.
En el 2002, se estimaba que de los 6.6 millones de habitantes 421553 correspondían a la población adulta mayor, de estos 181583 son parte de la Población Económicamente Activa (PEA).
San Pedro Sula es la ciudad con menos presencia de adultos mayores en los mercados formales e informales, en cambio, el sector rural es el lugar con mayor presencia de adultos mayores como Población Económicamente Activa.
En el año 2003, se estima que de 2 millones 444 mil 807 personas que formaban parte de la población Económicamente Activa, 181583 eran adultos
mayores.
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