El más reciente estudio realizado por la Universidad Carlos Albizu, cuyos resultados son catalogados como "alarmantes" por los mismos expertos que lo prepararon, carece de elementos para concluir que existe un problema generalizado entre los juegos de azar y la población de edad avanzada en Puerto Rico.

Ése fue el análisis sobre los datos que hizo la procuradora de las Personas de Edad Avanzada, Rossana López, luego de evaluar los hallazgos de este nuevo estudio que, entre otros aspectos importantes, determinó que el 38% de los ancianos que entrevistaron se identificaron como "jugadores probablemente patológicos" y otro 14% como "jugadores problemáticos". 

Fue su opinión, a pesar de que los casinos están llenos de personas de edad avanzada, de día y de noche, usando esos centros como refugio. Fue su opinión a pesar de que el estudio reflejó que uno de cada dos jugadores "adultos mayores" en las tragamonedas en los casinos de la Isla tienen "problemas de juego", que de éstos el 36% tiene "problemas serios" y que el 64% está en vías de desarrollarlos, basados en su muestra de 100 ancianos.

Esa muestra para López es muy pequeña, así como la falta de identificación de los lugares de procedencia de los entrevistados y cómo se hicieron las entrevistas, entre otros detalles que no se desprenden del estudio.

"Siempre me ha preocupado... (pero) hasta ahora no tengo ninguna información ni querellas que me digan que la situación en los casinos (y las personas de edad avanzada) se haya convertido en una crítica", dijo.

López no está convencida de que la presencia constante de viejitos en los casinos, que se puede observar a diario, necesariamente signifique que tengan problemas patológicos con los juegos de azar. Son lugares donde los tratan bien y se sienten seguros, dijo.

"El mismo (estudio) no puede ser extrapolado o generalizado a que la población de edad avanzada es con grandes problemas de juego", dijo López.

De hecho, López dijo que en el 2002 ella visitó los casinos junto a la otrora secretaria de la Familia Yolanda Zayas y que lo que observó en ese momento fue que "regularmente el problema era mayor entre los padres que iban a jugar y dejaban los menores en los espacios aledaños a éstos".

"En relación a las personas de edad avanzada sí se nos informó que acudían con regularidad y que éstas eran tratadas de forma muy cortés. Además que en el casino se ofrecía incentivos... (personas de edad avanzada nos) indicaron que venían al casino principalmente para entretenerse en un ambiente seguro", dijo sobre sus visitas a los casinos en el 2002, algo que en el 2006 respondieron casi igual a PRIMERA HORA.

Aun cuando el estudio no la lleva a pensar en que sea un problema de esta población, López dijo que el Estado sí debía proveer un mecanismo para lidiar con el problema de los jugadores compulsivos -no enmarcado en los ancianos- que sea preventivo y de tratamiento.

Además, la Procuradora insistió en que se debe educar a la población que ella sirve en torno a los cambios en sus estilos de vida: como salir a hacer ejercicios, usar los parques y espacios naturales y participar en actividades recreativas que involucren música, arte, baile y viajes, entre otros. Actividades que los saquen de los casinos.


Sobre la forma en que se gastan sus chavitos en las tragamonedas, López dijo que debían educarse sobre las medidas de ahorro e inversión, de manera que sus necesidades apremiantes puedan cubrirse.

Sí es preocupante

Contrario al análisis de López, otros expertos en el tema opinan que la constante presencia de ancianos en los casinos constituye un indicador importante de que puede haber un problema patológico en general.

Datos provistos por el sicólogo clínico José Andrés de León reflejan que el 66% de los jugadores patológicos presenta signos de depresión.

"Cuando tú los ves por encima no puedes decir que cumplen con los criterios (para diagnosticar una patología), pero si hiciéramos un historial yo te diría que el 100% cumple con los criterios porque (de la lista) son cinco nada más. Es una realidad y es tan alarmante que sí el país tiene que reaccionar, porque es un problema mucho mayor", dijo De León, sicólogo clínico de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca). 

De León dijo que las personas de edad avanzada aparentan un estado de felicidad en los casinos, pero esto no necesariamente es su realidad.

"Realmente no vamos a patologizar la condición de lleno, pero el problema es alarmante. En estos viejos hay mucha soledad, vacío existencial, síndrome del nido vacío, el abandono, y falta de reconocimiento", dijo tras recalcar que en los casinos ellos buscan llenar esas carencias con el juego y su entorno.