Es una de las conclusiones del estudio presentado por la Sociedad Española
de Geriatría y Gerontología (SEGG), con la colaboración de Novartis
Farmacéutica
Las diferencias existentes entre los recursos asistenciales geriátricos
de unas comunidades autónomas y otras, así como los que ofrece España
en relación con los demás países de la Unión Europea, constituyen el
punto de partida de este estudio
El sondeo de opinión a expertos ha contado con la participación de 111
reconocidos geriatras de diferentes comunidades autónomas
La metodología seguida en este proyecto combina el método Delphi con un
documento previo de revisión de la literatura nacional e internacional
como base de la selección de los indicadores a puntuar, 375 en total
A pesar de que, según los datos del último padrón municipal, un 16,8%
de la población española es mayor de 65 años (siendo un 1,9% mayor de
85 años) –con un incremento de 1.281.262 personas en los últimos 10 años,
nuestro país está por detrás de la mayoría de los países de la Unión
Europea en cuanto a lo que a recursos geriátricos se refiere.
Por otro lado, existen marcadas diferencias entre unas comunidades autónomas
y otras respecto al manejo clínico de los pacientes y a la utilización
de los procedimientos diagnósticos y terapéuticos más adecuados. El
desacuerdo en torno a las medidas que se deben adoptar es palpable incluso
entre unos centros de salud y otros.
Precisamente con el objetivo de disminuir esta variabilidad en la práctica
clínica y unificar criterios, la Sociedad Española de Geriatría y
Gerontología (SEGG), en colaboración con Novartis, ha presentado el
estudio Estándares de Calidad en Geriatría con el propósito de evitar
las discriminaciones en el acceso a los procedimientos clínicos y
contribuya a mejorar la calidad asistencial de la geriatría en España.
En vista de los resultados obtenidos en el estudio, y según confirma el
doctor Isidoro Ruipérez Cantera, presidente de la SEGG y co-coordinador
del estudio, “los estándares de calidad ponen en evidencia que, en gran
parte del territorio español, no se tiene garantizada una adecuada atención
geriátrica especializada cuando se necesita”.
Por su parte, el doctor José Antonio Serra Rexach, jefe del Servicio de
Geriatría del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid y co-coordinador
del estudio, comenta que “el sondeo de opinión entre expertos acerca de
cuáles deberían ser los mínimos estándares de calidad no es una moda
sino una práctica que ya se venía haciendo en otras especialidades y en
otros países, y que, por tanto, constituía una carencia en la disciplina
geriátrica”. “La solidez y rigurosidad con la que se ha realizado el
estudio ofrece garantías de los resultados obtenidos”, añade.
Principales conclusiones
A la vista de los resultados obtenidos, y según confirma el doctor Serra,
“no existe una adecuada distribución de los dispositivos asistenciales
necesarios para atender a un grupo determinado de personas ancianas.”
El estudio no se trata de una guía para el correcto manejo de problemas
concretos de salud sino de un referente que incluye una serie de puntos
esenciales e irrenunciables en asistencia geriátrica.
Dentro de la atención geriátrica, los estándares deberían enfocarse
desde 5 ámbitos: ámbito general para la geriatría, consultas externas,
interconsultas, Unidades Geriátricas de Agudos y Unidades Geriátricas de
Media Estancia.
- Aspectos generales en Geriatría: la estructura de todo Hospital y toda
Área de Salud debería contar con recursos geriátricos suficientes para
cubrir las necesidades y demandas de los pacientes. Debería existir, al
menos, un Servicio de Geriatría con capacidad docente en cada comunidad
autónoma; el médico de cabecera debe poder solicitar la valoración de
un anciano por parte de un geriatra y este informe de valoración integral
deberá ser incluido en el historial clínico del paciente.
- Prevención y exámenes de salud: el factor considerado como más
importante es la prevención de la osteoporosis y las fracturas en las
mujeres mayores de 65 años. Para ello se deben promocionar estilos de
vida saludables: dieta y ejercicio. Por otro lado, a todos los ancianos se
les debe aconsejar una actividad física regular.
- Unidades de Agudos: las Unidades de Agudos de Geriatría deben estar
coordinadas e interactuar con la Atención Primaria y con las Unidades de
Estancia. Además, debe existir coordinación entre las Unidades de Agudos
en Geriatría y Urgencias.
- Unidades de Media Distancia: el principal objetivo de estas unidades
debe ser la pronta recuperación funcional de los ancianos.
- Consultas en Geriatría: cuando un paciente anciano acude por primera
vez a una consulta geriátrica, se le debería dedicar, aproximadamente,
una hora y no se debería tener que esperar más de 3 semanas. En las
consultas sucesivas, el tiempo recomendado es de media hora.
- Caídas: en los ancianos polimedicados, su médico debe ajustar el
tratamiento y revisarlo periódicamente para prevenir futuras caídas.
Evaluar la agudeza visual y el oído, además de la seguridad de los
desplazamientos al baño y los riesgos del entorno también preverían
este tipo de problemas.
- Demencia: todos los ancianos con demencia deben tener un diagnóstico clínico
o etiológico que se haga constar en su historia clínica. Además, se
debe revisar su medicación y hacerles una valoración integral periódica.
Metodología de un estudio exhaustivo
El desarrollo de los Estándares de Calidad en Geriatría combina dos
partes bien diferenciadas. Por un lado, a partir de una exhaustiva revisión
de la bibliografía nacional e internacional - que abarcaba MEDLINE
(1950-2006), el Índice Médico Español (IME, 1970-2006), revistas de
reconocido prestigio en Geriatría y Gerontología y la literatura gris a
partir de las páginas web de sociedades científicas o agencias de
calidad asistencial- se elaboró un listado de 990 estándares a los que
se añadieron 16 más aportados por los miembros del Comité Directivo, lo
que significa un total de 1.006 indicadores.
Cada miembro del Comité Directivo hizo una selección de alrededor de 250
y propuso una serie de geriatras que, en su opinión, serían excelentes
candidatos para formar parte del panel de expertos que desarrollaran el método
Delphi. El cuestionario se envió a 111 panelistas y un 89% -98 expertos
en total- contestaron, considerándose todos los cuestionarios válidos.
A la vista de los resultados de la primera ronda, se acordaron los cambios
a realizar en la estructura del cuestionario, de cara a la segunda ronda.
Esta vez se editó un cuestionario específico para cada panelista en el
que se incluyó para cada indicador un estimador de centralización
(media), un estimador de dispersión (desviación estándar) y la
respuesta dada por ese panelista concreto. Asimismo, también se le pedía
que, a la vista de los resultados de la primera ronda, volviese a puntuar
los diferentes indicadores.
Como resultado de esta iniciativa se ha obtenido un conjunto amplio de estándares,
adaptados al contexto español y agrupados según el área de interés a
la que se refieren.
El futuro de la asistencia geriátrica en España
El colectivo de personas mayores de 85 años es el que más ha crecido en
los últimos años, y se prevé que la progresión vaya en aumento en el
futuro. Sin embargo, según demandan los expertos, la dotación de
recursos asistenciales no ha estado en consonancia con esta nueva situación.
Los resultados del estudio Estándares de Calidad en Geriatría
constituyen un primer paso para poner sobre la mesa qué es lo que los
expertos nacionales e internacionales establecen que deben ser los
dispositivos asistenciales para las personas mayores. Una vez conocidos,
será materia del próximo trabajo el incidir en los dispositivos más
necesarios y más fácilmente implantables.
Para Ramón Portillo, Responsable de la Unidad de Sistema Nervioso Central
(SNC) de Novartis en España, este estudio simboliza el compromiso de
Novartis en la investigación, avance y desarrollo de nuevos tratamientos
que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por
enfermedades neurológicas.
“Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología seguiremos
poniendo en evidencia y demandando las carencias en todo nuestro campo de
intervención: mundo científico, responsables sanitarios, opinión pública,
etc., siempre basándonos en evidencias científicas como lo es este
estudio que ahora presentamos”, concluye su presidente.
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