Recreation, un nuevo derecho para los ancianos
Xavier Letamendi Hinojosa,
El Telegrafo
20 de Octubre del 2008
Ecuador
Cuando se sobrepasan los 65 años de edad, disfrutar el tiempo libre es un derecho prioritario de las personas.
La asociación Adulto Feliz, en su sitio web, remarca la importancia del ocio en los ancianos y advierte que si éste no es administrado de manera correcta puede acarrear problemas. “Si no estamos preparados para la jubilación, el tiempo libre puede transformarse en una amenaza, una carga pesada. Sin embargo, puede convertirse en una grata e importante oportunidad para disfrutar de la alegría de vivir si lo llenemos con actividades significativas”, explica la nota.
De hecho la nueva Constitución de Ecuador, en el artículo 38, ordena al Estado el “desarrollo de programas destinados a fomentar la realización de actividades recreativas y espirituales”.
De hecho, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) posee 60 centros gerontológicos repartidos en el país, además apoya a fundaciones dedicadas al cuidado y protección del adulto mayor.
Gina García, directora de la Unidad de Gerontología de esta cartera de Estado, indica que la nueva Constitución, aprobada en referendo el pasado 28 de septiembre, da un nuevo impulso al adulto mayor y su recreación.
La funcionaria informa que se está armando una política pública dirigida a este sector de la sociedad para que intervengan el Ministerio de Cultura, de Deporte o otras instituciones gubernamentales.
Sin embargo, reconoce que no hay cifras ni estudios que reflejan la realidad en que viven los ancianos; si están desempeñando una actividad o por el contrario se encuentran desocupados. “Lo que sí se conoce, de acuerdo con la OPS (Organazación Panamericana de la Salud), es que existe una tendencia de envejecimiento en la población latinoamericana y Ecuador no es la excepción, por lo que hay que darle la importancia debida a este colectivo”, sostiene.
Y esto, agrega, corresponde no solo al Estado o a los geriatras sino a la sociedad que debe de dar una vida digna a sus adultos mayores y las facilidades necesarias.
Lo cierto es que en el país son pocas las iniciativas dedicadas al ocio de los adultos mayores. Así lo indica Patricio Buendía Gómez de la Torre, vicepresidente de la Sociedad Ecuatoriana de Geriatría.
“En el país hay pocos lugares dedicados al esparcimiento de los adultos mayores, pese a que ya se ha estructurado una política dirigida a ellos”, señala el geriatra.
Además recalca que la creación de estos espacios corresponde al Gobierno Nacional y “a los mismo mayores que deben reclamar por sus derechos”.
La falta de programas de recreación es una realidad que la conoce de cerca Ruth Domínguez, presidenta de la Asociación de Jubilados Publio Falconí.
Ella dice que cuando asumió la dirección de esta entidad veía “que los compañeros iban a estar largas horas en las afueras del Seguro con una botella de trago escondidos”. Asegura que la falta de espacios ocasionaba esto, por eso hace dos años inauguraron el dispensario médico.
Ese lugar ahora también es un centro de esparcimiento donde los viernes se imparten clases de danza. Además tienen una mesa de billar, de ping-pong, de futbolito. Poseen también juegos de mesa y una librería.
“Queremos ahora hacer un comedor, pero no solamente para dar un plato de comida sino para que los socios vengan acá un rato a departir, eso implica que para asistir el anciano tendrá que bañarse, vestirse, afeitarse, en fin, mejoran su apariencia y con ello su autoestima”, sostiene la dirigente.
Con esta opinión coincide Susana Osorno, sicóloga del centro gerontológico Arsenio de la Torre. La profesional señala que “es importante que haya una actividad recreativa física y emocional, a través de programas o juegos, para darle importancia al adulto mayor”.
Añade que para la actividad que se va a realizar se debe tomar en cuenta la vida del individuo, “por ejemplo si siempre se dedicó al cuidado de los hijos se puede comprar una mascota, si siempre se trabajó hacer manualidades o abrir una microempresa, entre otras cosas”.
Advierte también que cuando los adultos mayores no llenan este espacio se cae fácilmente en la depresión, tabaquismo o alcoholismo.
Buendía cree lo mismo y dice que las consecuencias no solo se producen en las emociones de los ancianos sino también en su salud física. “El hacer ejercicios y mantenerse en constante actividad trae una serie de beneficios para el cuerpo”, describe el galeno.
Por eso Domínguez se esmera en ofrecer nuevos servicios. Cuenta que organizan viajes de turismo. “La semana pasada nos fuimos al Orienta”, narra, porque lo que “queremos es que se sientan útiles, que disfruten sus últimos años de vida, porque lo que se hace actualmente son actividades como costura o pintura y los jubilados quieren a veces otras cosas”.
En cambio la Dirección Provincial de Salud del Guayas ofrece los martes y jueves, de 08:00 a 09:00, clases de tai chi para los adultos mayores.
Claudia Amores acudió a esta clase la semana pasada y dice que pese a que “los movimientos son difíciles, al mismo tiempo son relejantes”.
Ella, de 70 años de edad, cuenta que ve televisión y realiza tareas domésticas que a veces le resultan aburridas, “pero acá me distraigo porque luego de la rutina converso con las demás, me río, me distraigo; debería haber más iniciativas como esta”.
Por su parte, el centro gerontológico Arsenio de la Torre ofrece terapias como aeróbicos, coros, manualidades, entre otras actividades.
Osorno asegura que es urgente que se repitan experiancias como la de este sitio. “Tenemos una larga lista de espera, por eso creo que se deberían abrir más centros”,
asevera.
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