Tecnología y vejez

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5 de mayo de 2009

Argentina

Ser viejo hoy es menos difícil de lo que era ser viejo en el pasado. Esto se debe, además de a avances en medicina, a la aplicación de tecnología a la vida diaria de quienes sufren algún tipo de incapacidad. 

Si ya existían elementos tecnológicos para allanar dificultades de la vejez y llevar tranquilidad al resto de la familia, ahora se suma una serie de otros dispositivos, esta vez desarrollados por un equipo de investigadores de la Universidad de Newcastle, Inglaterra. 

Se trata de gadgets (aparatitos ingeniosos) destinados a mejorar la calidad de vida de los ancianos, especialmente de los que sufren alguna patología neurológica. 

El propósito del programa universitario, financiado por el gobierno británico con ayuda de grandes empresas, es aprovechar la tecnología para mejorar la vida en todas sus etapas. Eso en términos generales. Más precisamente se propone incluir a todas las personas en la vida digital: especialmente niños, ancianos y discapacitados. 

El trabajo de investigación dirigido por el profesor Paul Watson desarrolla una temática básica para las personas de edad avanzada. 

Con el fin de adecuarse a sus necesidades, los aparatos creados son sencillos y fáciles de usar. Un GPS, por ejemplo, garantiza a sus familiares la localización de ancianos con distintos grados de demencia, a la vez que permite a los enfermos cierto grado de independencia. 

El Sistema de Posicionamiento Global (GPS) diseñado actúa junto a diferentes dispositivos informáticos, como computadoras portátiles o podómetros, para lograr la ubicación de las personas en los diferentes ambientes. 

Estos dispositivos transmiten señales a teléfonos móviles u otros aparatos de miembros de la familia o cuidadores. Así, los familiares están al tanto de los movimientos de la persona a su cargo. 

La cocina de alta tecnología guía a la persona en el proceso de preparar sus alimentos, les facilita la tarea y, por ende, contribuye a prolongar su independencia. 

Otros aparatos vigilan el “ambiente en la cocina”. Esto quiere decir que vigilan a quien está cocinando con sensores incorporados al suelo, a los utensilios, a los electrodomésticos, a los armarios, muebles y mesas o mesadas. 

Todo parece absolutamente normal, los aparatos no están a la vista, pero están programados para conocer cada una de las fases en la preparación de varias recetas de cocina. En cuanto la persona se sale de lo previsto o se detiene dudando, una pared, equipada con visor, detecta el problema y programa el asesoramiento necesario. 

También diseñaron un broche (puede ser fantasía o una joya verdadera) para que usen tanto el anciano como la persona a cargo de su cuidado. Si el anciano o anciana lo toca, inmediatamente está enviando un pedido de ayuda. 

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