Como reducir las sujeciones
físicas de los ancianos en las
residencias
Escrito por: J. M.
Castillo Zamora, ABC.es
13 de Mayo del
2012
España
Foto:
Felipe Guzmán
«Existe un
excesivo uso de sujeciones físicas en
residencias para adultos mayores», advierte
la Confederación Española de
Organizaciones de Mayores (Ceoma) en su
Guía para Personas Mayores y Familiares.
Suelen utilizarse para prevenir accidentes en
personas en riesgo de caerse. Sin embargo varias
organizaciones que trabajan con personas de la
tercera edad, buscan otras alternativas, pues
está demostrado que restringir el
movimiento en un adulto mayor conlleva muchos
riesgos.
Enrique Vaquerizo, responsable de
comunicación de la organización
«Amigos de los Mayores», dijo que se
debe velar por proteger la dignidad e integridad
de las personas de la tercera edad. «Se
deben buscar alternativas, que conlleven mayor
atención y cariño»,
puntualizó.
Entre las alternativas recomendables destaca la
sensibilización de las personas que atiende
a los adultos mayores, el análisis de la
situación de cada interno, atención
de los familiares y el control de las posturas del
dependiente en las sillas o butacas. «Muchas
veces es cuestión de que el personal asuma
otras alternativas y se sienta respaldado por la
familia», recomienda Ceoma.
Uno de cada
cuatro
Según el último estudio elaborado
por esa organización, «el 25% de los
mayores dependientes que viven en residencias, son
sometidos a sujeción física».
El porcentaje en las casas varía mucho.
«Siempre se esgrimen razones de seguridad
para los enfermos, muchas veces por
cuestión de conveniencia de los
cuidadores», apunta Ceoma.
En Cataluña, por ejemplo, uno de cada cinco
ancianos que vive en una residencia es sometido a
una sujeción física, cifra que
empieza a descender gracias a las recomendaciones
de la Consejería de Bienestar Social de la
Generalitat.
Según el informe titulado: «Uso
racional de las contenciones físicas»
la cifra se eleva a un 35,5%en pacientes que
padecen alguna demencia.
Pero ¿es recomendable la utilización
de esta metodología en adultos mayores?
Está demostrado que aquel adulto mayor cuya
movilidad se ve restringida se enfrenta una
pérdida de autonomía, dignidad y
autoestima.
Los efectos de la
sujeción
De hecho, el uso rutinario de las sujeciones puede
implicar efectos tanto físicos como
psicológicos. Entre los primeros se pueden
destacar: úlceras por presión,
infecciones, incontinencia urinaria y fecal,
estreñimiento, pérdida del tono
muscular, atrofia y debilidad.
Entre los efectos psicológicos destacan: el
miedo, la vergüenza, la agresividad, la
depresión, el aislamiento social, entre
otros. «La formación y asesoramiento
a organizaciones y residencias pueden cambiar esta
realidad».
El vicepresidente de la Ceoma, Modesto Chato,
recalcó la importancia de que se tome
conciencia de la «relevancia de regular el
uso de sujeciones físicas y
farmacológicas -mediante medicamentos- en
personas mayores institucionalizadas».
La Ceoma entrega acreditaciones a aquellas
residencias que llegan a ser «centros libres
de sujeciones». Residencias como la de
Sanitas Residencial Santander, cuentan ya con esa
credencial. Dicha institución pudo eliminar
el uso de sujeciones. La eliminación de
estas se logró mediante un proceso gradual
y de atención personalizada en cada caso.
La Consejera de Sanidad y Servicios Sociales del
Gobierno de Cantabria, María José
Saenz de Buruaga, defendió esa línea
de actuación y se comprometió a
impulsarla desde la institución que dirige.
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