Descubren en España conexión cáncer-vejez
Prensa Latina
España
23 de mayo, 2006
Científicos españoles descubrieron la conexión entre el cáncer y la vejez, algo que hasta ahora era una noción puramente estadística, y ello puede tener aplicaciones de inmediato en algunas quimioterapias, revela hoy un estudio.
Un grupo de científicos encabezado por el oncólogo Manel Esteller, director del laboratorio de epigenética del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), publica su descubrimiento en el número de hoy de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El cáncer parece una consecuencia del envejecimiento, y se especula incluso que si viviéramos lo bastante, todo el mundo padecería algún tumor maligno, se señala en el escrito.
Pero lo que se desconocía hasta ahora era la conexión molecular entre ambos procesos, y eso es lo que ha logrado el equipo de Esteller, al descubrir la primera pista genética para entender hasta qué punto se asocian cáncer y envejecimiento.
El punto de partida es sencillo: estudiar en células tumorales el gen que causa un raro proceso de envejecimiento prematuro conocido como síndrome de Werner, cuyos afectados aparentan 80 años cuando sólo cuentan 40 y tienen más enfermedades y cánceres.
El gen Werner que causa ese síndrome previene el envejecimiento y está inactivado en esos pacientes. El equipo de Esteller ha encontrado que está asimismo paralizado en 25 por ciento de los 600 cánceres estudiados.
La diferencia es que en el síndrome de Werner la inactivación es consecuencia de una mutación (cambio en la secuencia) y en el cáncer se produce por metilación epigenética, es decir, por alteración bioquímica del ADN que no afecta a la secuencia genética pero impide la expresión del gen.
"La función del gen Werner es reparar el ADN, y por eso es un gen que protege del envejecimiento. Como máquina reparadora de ADN también protege frente al cáncer", explica Esteller en el escrito.
A partir de ese hallazgo, señala, otros investigadores van a estudiar más genes del cáncer para ver si están relacionados con el envejecimiento y, a la inversa, otros genes del envejecimiento para ver si también están implicados en el cáncer.
De momento el hallazgo ya tiene alguna aplicación clínica inmediata, pues los tumores que tienen inactivado dicho gen (principalmente de colon, estómago, linfomas y sarcomas), al no poder reparar correctamente el ADN, son más vulnerables a algunos tipos de quimioterapia que los atacan.