Ni todos los ancianos están deprimidos ni los síntomas de una depresión cuando aparecen en un anciano, son «normales» para su edad.

Evaluaciones hechas por el Inder Antioquia, revelan que de sus usuarios, las personas con mayores índices de depresión son los ancianos. Psicólogos hablan las causas de ésta enfermedad en personas que superan los 55 años. 

Dentro del programa “Estilos de Vida Saludable” del Instituto de Deportes y Recreación de Antioquia, en convenio con la Secretaría de Salud de la Alcaldía de Medellín, se llevaron a cabo las evaluaciones comunales y corregimentales en diferentes barrios de la ciudad, en las que se valoraron los índices de depresión entre los usuarios que asisten a las diversas actividades programadas por el Inder. 

Dicho estudio reveló que de 3.435 personas adultas, 117 niños y 268 en situación de discapacidad, el 31.8% presentan índices de depresión clasificadas como leve, marcada y extrema. Adriana Gutiérrez, psicóloga del convenio, dice que en las primeras evaluaciones algunos de los aspectos emergentes, a la hora de analizar los resultados, fue la dificultad de las personas para establecer relaciones interpersonales. 

Tales evaluaciones dejaron en evidencia que la población más depresiva es la que supera los 55 años; el 36 por ciento de éstas personas sufre de depresión, que son quienes asisten al programa “canas al aire”; mientras que el grupo de “Caminadas” y “Ciclovías” (poblaciones menores de 55 años) tuvieron los menores índices depresivos con un 18.8% y un 21.4% respectivamente. 

Aunque el sector poblacional del estudio podría ser considerado como exiguo frente a la población de Medellín, los ancianos con mucha frecuencia padecen enfermedades en las que la depresión puede ser un síntoma más de dicha enfermedad, como lo anota el informe del Inder, que agrega que en este caso la depresión en sí no es la enfermedad principal sino un síntoma acompañante. 

Causas 
El psicólogo Emerson Chindoy Luna, opina que la vejez implica un proceso vital emparentado con la cercanía de la muerte. Asumir ese momento, dice, hace que a mucha gente le cause ansiedad el hecho de tener que organizar las maletas de su vida. En la depresión siempre hay algo relacionado con la muerte por la perdida de la juventud, la vida productiva, y el deterioro fisiológico; todo lo anterior, concluye Luna, contribuye a que esta sea una población más vulnerable que la joven que tiene más herramientas para sobreponerse, debido a que después de los sesenta es difícil revertir situaciones de familia y de soledad. 

La última etapa de la vida es el resultado de las avenencias y desavenencias que con ella se hicieron, lo que no quiere decir que las otras edades sean menos propensas a la depresión, puesto que incluso en niños recién nacidos se ha comprobado la aparición de ésta enfermedad, catalogada como una de las problemáticas más conspicuas de la posmodernidad. 

Para prestar atención al anciano existen varias instituciones que buscan contrarestar los problemas que se presentan en los ancianos. El INDER, institución que realizó las mencionadas evaluaciones, cuenta con el Programa “Canas al Aire” que brinda un espacio de deporte y recreación para los adultos mayores de Medellín, esta es un propuesta realizada en conjunto con la Secretaría de Solidaridad para atender al adulto mayor, por medio de los clubes de vida en las que se programan actividades físicas y recreativas adaptadas en las sedes existentes, donde se tienen algunos materiales. 

El psiquiatra Alejandro Bustamante advierte que en cuanto a la depresión hay que reconocer cuando es la enfermedad y cuando el síntoma. “Los síntomas son fácilmente reconocibles, hay cambios en los hábitos alimenticios (comer mucho o menos), trastornos del sueño; en cuanto al estado anímico la gente se vuelve susceptible, irritable; hay perdida de la concentración, existe una tendencia al aislamiento, lo que es participar en actividades que antes eran placenteras, fiestas, paseos, la gente prefiere quedarse encerrada.

Atención 
En las depresiones se hace un manejo integrado, desde lo farmacológico hasta lo psico-terapéutico. En una persona que no duerma o coma mal y es responsable de un trabajo lo primero que hay que hacer es corregir esas alteraciones por medio de antidepresivos que buscan disminuir la ansiedad desde lo neurológico. Es necesario para entender esto que las depresiones son de carácter endógeno y exógeno. Las primeras tienen que ver con alteraciones en el nivel de ciertas sustancias encargadas de regular estados anímicos como la dopamina, cerotonina y noradrenalina, que si se corrigen con la droga adecuada, la persona mejora.