Un 70% de los jubilados ingleses tendría más sexo si pudiera retroceder el tiempo. Así lo determinó una encuesta publicada el viernes en el periódico británico "The Guardian", en la cual se entrevistó a más de mil quinientos pensionados ingleses.

La cifra refleja el creciente interés por desarrollar una vida sexual activa en la tercera edad. Una realidad que el psiquiatra Andrés Morales, sexólogo y PhD del Kings College de Londres, ve a diario en su consulta, a la que llegan cada vez más pacientes que pasaron hace tiempo el medio siglo de vida. "Hay una mayor conciencia de la importancia que tiene la sexualidad en esta etapa de la vida, lo que también ha ayudado a derribar ciertos mitos".

Vivir el proceso
Uno de ellos es eso de que los adultos mayores son seres asexuados. "Afortunadamente es cada vez menos común, pero aún existe el prejuicio de que la actividad sexual debe acabarse en la vejez, lo que está absolutamente alejado de la realidad", afirma Adela Herrera, geriatra de la Clínica Las Condes.

Esto porque el contacto íntimo amoroso con la pareja en esta etapa de la vida es una necesidad que va más allá de la satisfacción sexual y procura una serie de beneficios extras que pueden hacer de la madurez una etapa más plena. "La sexualidad expresa felicidad, da sentido a la propia identidad y mejora la autoestima a una edad en que ésta suele deteriorarse", explica la especialista.

Es cierto que tener una sexualidad plena va más allá de la pura decisión y requiere de cierta predisposición. "Hay que aceptar que habrá cambios que van a afectar el funcionamiento de los órganos sexuales. Informarse de cuáles son es la única forma de adaptarse a ellos y evitar la ansiedad, la que puede agravar y producir una disfunción sexual", advierte el doctor Morales.

Adaptación que, a juicio de la doctora Herrera, también se debe aplicar a la nueva situación social y familiar que enfrenta la pareja mayor y que, de paso, sirve para sacarles el lado positivo a las supuestas desventajas.

"El hecho de que a esta edad no se pueda procrear es visto por muchos como el signo del fin. Pero eso mismo hace que la sexualidad adquiera su sentido más pleno porque no está relacionada con el nacimiento de los hijos. Esta libertad puede ser excitante para los que no han tenido tiempo de pensar en el sexo y dedicarse completamente al conocimiento del otro y de sí mismo por esta vía".

Sin embargo, también es importante hacer un "cambio de switch" de lo que toda la vida se ha considerado como "sexualidad plena".

Nuevo concepto
El doctor Morales hace hincapié en que, por muchos cambios que afecten la zona genital, la sensibilidad de otras partes del cuerpo se mantiene relativamente intacta. "Esto debe motivar a la pareja a olvidarse de que el sexo es sólo el acto coital y explorar nuevas formas de estimulación que sean gratificantes para ambos como las caricias y otras formas de contacto físico", aconseja.

Respecto de estas últimas, la doctora Herrera explica que hay ciertos aspectos de la vida sexual que, sin ser eróticos ni románticos, son fundamentales para la familiaridad de la pareja madura. "Hacerse cariño en la espalda, abrazarse durante el sueño y calentarse recíprocamente los pies en la cama son algunas formas de aproximación que por sí solas hablan de una sexualidad viva. Además, es muy importante tener presente que una pareja que llega junta a la tercera edad se conoce bien en sus gustos y costumbres y eso puede hacer del acto sexual algo más íntimo y placentero gracias a la confianza que cada uno tiene en el otro".

Solución a disfunciones
No hay que olvidar que el mercado actual ofrece soluciones para algunas de las disfunciones más comunes que aparecen con la edad.

"En el caso de las mujeres, si no hay terapia de reemplazo hormonal hay geles locales con estrógenos y lubricantes que alivian síntomas de la menopausia", advierte el psiquiatra Andrés Morales.

Además, los medicamentos para la disfunción eréctil han proliferado y son cada vez más seguros, afirma.

"Ojo con los medicamentos naturales como el gingseng y otros. Si bien no hay estudios que comprueben su eficacia, tienen un efecto sugestivo que es muy importante y válido".

Dato
Hacerse cariño o abrazarse a la hora de dormir son formas de aproximación que reflejan una sexualidad viva y sana.