La batalla contra la vejez 

Clarín

el 26 de julio de 2008

 El Mundo

Gracias a los avances de la ciencia, la medicina anti-aging, los cócteles de vitaminas, los chequeos médicos, la actividad física y la alimentación sana, en el año 2020 será normal cumplir 90 años. Los científicos que se dedican a investigar el paso del tiempo en los humanos aseguran que la mitad de los niños que nace actualmente en sociedades ricas, podrá vivir hasta los 120 años. 


Nunca antes hubo como en este milenio tanta gente en vías de envejecer. El planeta tiene hoy la mayor cantidad de baby boomers (así llaman en Estados Unidos a los nacidos entre 1846 y 1964). 

Setenta y ocho millones de estadounidenses cumplieron cincuenta y según las estadísticas este mercado será cada vez más numeroso. "A estos cincuentones, les pregunto ¿vamos a continuar con el paradigma de nuestros padres y abuelos llenando el globo terráqueo de instituciones geriátricas? ¿O vamos a pensar que una nueva manera de envejecer es posible?", pregunta el doctor Juan F. Hitzig, especialista en Medicina del envejecimiento y Prevención gerontológica, en su libro Cincuenta y tantos.

Mal que nos pese, a medida que cumplimos años nuestro cuerpo se va deteriorando. A partir de los 30 comienza la curva de decrecimiento. "Envejecer es un proceso progresivo y declinante que se da según cada paciente. Está determinado por distintos factores que pueden ser genéticos, ambientales, sociales y psicológicos. Se envejece como uno vive". Y no existen milagros, porque "para retardar este proceso hay que llevar una vida sana", explica el doctor Isidoro Fainstein, gerontólgo, miembro de la Sociedad argentina de gerontología. 

Esta fórmula que parece tan simple implica mejorar la calidad de vida. La licenciada Nancy Dumont, de la clínica del Dr. Cormillot, recomienda seguir algunas reglas de oro: 

Hacer una alimentación variada.
Comer lo necesario para mantener un peso adecuado
Limitar el consumo de grasas de origen animal
Controlar el azúcar
Moderarse con la sal, utilizar hierbas y especias.
Beber entre ocho a 10 vasos de líquido por día. 
Alcohol: dos copas para el hombre y una para la mujer por día.
Realizar actividad física en forma periódica.
Dejar de fumar, nunca es tarde.
Desayunar: Los nutrientes que se pierden no se compensan.
Dormir por lo menos siete horas, mejora el estado de ánimo.
Realizar seis comidas diarias (cuatro comidas principales y dos colaciones). Entre cada comida, es aconsejable que transcurra por lo menos una hora y media, y no más de tres horas. Ayuda a tener menos hambre, a seleccionar mejor los alimentos y a regular la secreción de insulina, lo que facilita el metabolismo de las grasas y activa el metabolismo general.

La edad del cuerpo
La edad biológica se manifiesta en forma única e irrepetible en cada persona. "Para tener una pauta sobre la ancianidad o juventud de cada ser humano existen estudios, que se denominan biomarcadores", explica la doctora Graciela Melamed Pinto, de la Sociedad argentina de medicina anti-aging. "Una prueba fácil e inmediata es la medición de los niveles de oxidación en orina. Se realiza con una gota de orina e indica, por su cambio, cuán oxidado está el organismo. Este análisis se hace en el consultorio y le permite al médico comenzar una terapia con antioxidantes. Además, hay que realizar una serie de análisis clínicos completos y de acuerdo con los resultados se harán modificaciones en las pautas de vida higiénica, dietéticas y en la actividad física", dice Melamed Pinto.

Los ejercicios clave
Todo el mundo sabe que hacer ejercicios es bueno para los músculos, para el sistema cardiovascular y para controlar el peso.

Según el doctor Hitzig hasta la tercera década de nuestras vidas la fuerza biológica funciona en su máxima capacidad. "Cuiden o no las calorías y el ejercicio, los jóvenes conservan en perfecto estado su elasticidad, su peso y la masa muscular. A partir de los 40 su ritmo empieza a decaer al uno por ciento anual y en el caso de los cincuentones, la caída ya habrá sido del 10 por ciento, entonces hay que reducir ese porcentaje en las calorías y aumentarlo en los ejercicios". 

Los de resistencia (andar en bici, nadar, caminata lenta o rápida, subir escaleras), por ejemplo, aumentan la respiración y el ritmo de los latidos del corazón. Mejoran el sistema circulatorio y el funcionamiento de los pulmones. 

Los de fuerza (ejercicios para fortalecer los músculos de hombros, brazos, caderas y piernas) aumentan el metabolismo, ayudan a conservar el peso y a controlar el nivel de azúcar en sangre. 

Otros importantes son los de equilibrio: caminar apoyando talón-dedos, dedos-talón y pararse y sentarse sin usar las manos. Fortifican los músculos de las piernas y mejorar el equilibrio. 

Los de flexibilidad, (ejercicios para estirar los músculos detrás del muslo o la parte inferior de las piernas) ayudan a conservar la plasticidad.

Cómo alargar el tiempo
La actitud que tiene la gente cada vez que cumple años es fundamental. "El problema es cuando alguien se siente viejo a cualquier edad. En ese caso, no hay lifting que ayude. Envejecer para muchos es catastrófico. Hay que flexibilizarse para los cambios, potenciar las capacidades intelectuales, conservar la curiosidad y continuar realizándose. Mantenerse activo y con proyectos. Eso es estar vivo y lo que evita el deterioro", explica la doctora Gabriela Zarebski, directora de Posgrado en Psicogerontología de la Universidad de Maimónides.

Otra clave es reducir el estrés, nada fácil de lograr en tiempos de crisis. La propuesta del psiquiatra estadounidense Gerald Jampolsky, quien ya cumplió los 80, autor del libro "Cambia tu mente, cambia tu vida", es combatirlo con actitudes que sanan: "Hay cosas del mundo que no podemos cambiar, pero sí podemos modificar nuestra visión al respecto", recomendó en su visita a Buenos Aires. 

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