Vivir in plenitud u 80 años no son nada

Por Héctor Briseño, www.lajornadaguerero.com.mx

8 de septiembre de 2009

México 

Socorro Pegueros Salinas tiene 80 años cumplidos. Un pedazo de tela rojo abraza su cabello blanco y cenizo, sus ojos pequeños son resguardados por lentes que ya forman parte de su rostro donde se dibuja el paso del tiempo. “Siento cansancio, sufrí mucho de joven”, confiesa antes de hacer una rutina de gimnasia rítmica con sus compañeras, con quienes integra el grupo Jóvenes de corazón de la colonia Hogar Moderno.

Para caminar tiene que auxiliarse de un bastón o una enfermera, aunque es capaz de sostenerse en pie y hacer ejercicio con sus brazos y piernas, “ando mala porque me caí en mi casa –dice–, he tenido varias caídas, me duele mucho el cerebro y parte del cuello”, luego explica que cada vez le es más difícil andar por las calles porque se tropieza.

Vive sola en un departamento del centro, su marido falleció hace 12 años y no tuvieron hijos, “para comer siembro unas matitas, tengo gallinas que ponen huevos y salen pollitos, los dejó crecer y otra vez me los como, y así le vamos haciendo”, relata.

Para su amiga, Evelia Sotelo Ramos, de 74 años, llegar a esta edad es “una bendición de Dios”, aunque acepta que la vida es más complicada, “ya no encontramos trabajo, el traslado se nos dificulta; yo tengo mi esposo y mis hijos, pero mucha gente se queda sola y para el mundo que vivimos, así es muy difícil”.

Los retos de los años.

Adultos mayores, personas de la tercera edad, ancianos o viejos, enfrentan todos los días soledad, depresión y olvido, además del acecho de las enfermedades, peligro que aumenta cuando se cumplen 60 años.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hasta 2005, en Acapulco habitaban 54 mil 861 personas mayores de 60 años, lo que representa el 7.6 por ciento de la población total; porcentaje que según el Consejo Nacional de Población (Conapo), se incrementará paulatinamente hasta el 12 por ciento en 2030, cuando en Guerrero habiten 352 mil 429 personas mayores de 65 años, de las cuales, 65 mil 833 estarán en Acapulco.

El director de Salud municipal, Rafael Aguirre Rivero estimó que en el puerto existen dos o tres especialistas en geriatría (rama de la medicina que se ocupa de los males en los ancianos), “adoptado por médicos internistas, porque tienen la suficiente preparación para tratar los padecimientos de la edad”, como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, disminución de la cantidad y calidad de calcio en los huesos, además del alzheimer.

La necesidad de los geriatras cobran mayor relevancia por el cambio epidemiológico y el aumento del promedio de vida de los acapulqueños, dice Aguirre y precisa que mientras en 1940 la expectativa de vida era de 45 años; en la actualidad, la mujer acapulqueña vive hasta 78 años, mientras que el hombre alcanza los 74.

La subjefa del programa del adulto mayor de la jurisdicción 7 de la Secretaría de Salud (Ssa), Margarita Salas Lucena, subrayó que la geriatría es un campo poco explorado en México, no hay suficientes especialistas, por lo cual, la Ssa ha establecido 28 grupos de atención en la entidad, con cerca de 25 personas cada uno, para dar seguimiento a cada caso; además de impartir cursos de capacitación a personal de la dependencia.

La enfermera Alba López Nogueda explicó que las terapias grupales son indispensables, pues la soledad y depresión merman más la salud de las personas mayores, quienes deben enfrentar solas, en muchas ocasiones, las enfermedades.

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