Ejercicios en la tercera edad
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6 de septiembre de 2009
Argentina
Uno de los objetivos prioritarios de prevención de enfermedades y promoción de la salud para este nuevo milenio es fomentar la actividad física en todas las edades, especialmente en la tercera edad, dijo a Salud y Bienestar el profesor de Educación Física Pablo Gianelli, quien agregó: “no se trata de añadir años a la vida sino vida a los años”.
En diálogo con este suplemento, Gianelli comentó que “el rendimiento físico varia a lo largo de los años. La plenitud se da en la juventud y luego presenta un descenso continuo a partir de los 35 años, para hacerse mas acentuado a partir de los 60, como consecuencia de los cambios fisiológicos propios del proceso de
envejecimiento”.
Sin embargo aclaró que “cada vez hay mas personas que sobreviven hasta una edad avanzada y cada generación vive mas que la anterior. Esto significa que las expectativas de vida han aumentado y por lo tanto estamos llegando a una cuarta edad, constituida por personas que si bien tienen más de 65 años presentan una vida activa”.
El profesor detalló que “la vejez produce modificaciones estructurales y biológicas tales como cambios en la apariencia; modificaciones del sistema piloso; calvicie y canas. Las glándulas sudoríparas se atrofian obstaculizando el normal proceso de sudoración, por lo que se tolera menos el calor. Al tener circulación periférica se soporta menos el frío y se presentan alteraciones en la motricidad (por la disminución de fuerzas y aumento de grasa). Además, los músculos se fatigan mas fácilmente y se recuperan mas lento”, explicó Gianelli.
Pero atención, no todo es drama: las personas de tercera edad que no padezcan enfermedades crónicas o agudas pueden realizar actividad física, siempre bajo supervisión de un profesional. “El inicio de la actividad deportiva en personas de tercera edad debe estar precedido de una revisación médica que debe incluir una valoración de la capacidad funcional y estudie la posibilidad de cardiopatía isquémica”.
Para ellos, los componentes de las sesiones de ejercicios serán muy similares a los adultos jóvenes aunque la forma de aplicarlos será variada.
“Con la edad se producen una serie de cambios morfológicos en los órganos y aparatos, especialmente en el sistema cardiovascular. La práctica habitual de ejercicios retrasa su aparición, lo que les permite llevar una vida mas independiente y activa”.
Efectos del ejercicio físico en personas de tercera edad
Está claro que el ejercicio físico produce efectos benéficos sobre el organismo en cualquier edad. Pero en los ancianos, el ejercicio físico habitual es muy importante ya que disminuye el trabajo respiratorio, la osteosporosis -especialmente si son mujeres-, la ansiedad y la depresión. Baja el colesterol total y los triglicéridos; mejora la tolerancia de glucosa, facilita la perdida de peso, retrasa la descalcificación ósea, aumenta la confianza y provoca la mejoría de la función contractil del corazón.
El profesor aconsejó ejercicios aeróbicos tales como caminar, trotar, correr, andar en bicicleta, nadar y bailar, sin descartar los trabajos de movilidad articular y estiramiento muscular. “También se trabaja en la psicomotricidad el equilibrio y la coordinación de movimientos, algo que redunda en beneficios”, destacó.
Para Gianelli, un buen trabajo implica incorporar ejercicios de corrección y ajuste postural. “El trabajo se centra básicamente en la columna, cintura escapular y pélvica y se relaciona con la gimnasia suave, relajación, equilibrio”.
¿Se puede trabajar la fuerza en la tercera edad?
La tercera edad no es impedimento para trabajar la fuerza, aseveró Gianelli, aunque insistió que “siempre debe existir la supervisión de un profesional en Educación Física. En la actualidad, los especialistas consideran importante el entrenamiento de la fuerza en la tercera edad, ya que permite prevenir accidentes, evitando caídas a través de la mejoría de la estabilidad y la fortaleza de los miembros inferiores y la columna. Esto mejora la postura y logra mantener al adulto mayor y al anciano mucho más seguro”.
Al evitar las caídas se previene una de las principales causas de muerte en la edad avanzada, proceso que comienza con una fractura de cadera o de cabeza de fémur, y que deteriora la calidad de vida de la persona hasta provocar su fallecimiento. “A través del entrenamiento de la fuerza cooperamos a mitigar los efectos de la descalcificación que provoca la osteoporosis, y que vuelve mucho más frágiles a los huesos al descender el porcentaje de mineral”, señaló y aclaró: “por eso es bueno trabajar gimnasia con pesas. La labor puede ser con mancuernas de uno y dos kg, para potenciar la fuerza y fortalecer los músculos de todo el cuerpo”.
Para Gianelli, "el movimiento del cuerpo es beneficioso. Y especialmente lo es para la motricidad. Por eso es bueno para las personas mayores ya que los ayuda a tener un mejor dominio de su cuerpo. Hay que tener en cuenta que no es lo mismo decirle a alguien: usted debe hacer ejercicio y mandarlo a una bicicleta fija que decirle, mire, si usted se cuida andará mucho mejor. Estamos empezando a comprender que no se trata de añadir años a la vida sino vida a los años y esto es exactamente lo que se consigue con la práctica regular de ejercicio en la tercera edad”.
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