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De la desnutrición a la obesidad


Por Cielo Mejía, www.impre.co

1 de marzo de 2010

México


Después de los 60 años, la persona comienza a perder masa muscular, fuerza en los huesos y les disminuye la actividad del metabolismo, lo que se traduce en cambios en el peso.

A esa edad, el estado nutricional del anciano es inestable y puede ir de la desnutrición a la obesidad, sobre todo si padece enfermedades crónico degenerativas.

Comienzan los problemas intestinales, se presentan diarreas e intolerancia a algunos alimentos. La dentadura comienza a flaquear, pues los adultos mayores empiezan a perder piezas.

Si antes les gustaba la comida "salada", ahora prefieren lo "dulce" o viceversa, ya que se les degeneran las papilas gustativas, concordaron especialistas en Nutrición del Hospital Civil Juan I. Menchaca.

Estas transformaciones en el organismo de las personas de la tercera edad provocan que la dieta alimenticia de los mismos, en muchas ocasiones, no sea la adecuada.

El abandono, la depresión y la pérdida del apetito, son otros factores a los que se enfrentan los abuelitos jaliscienses.

Katja Stein, integrante del Servicio de Nutrición de Hematoncología Pediátrica, aseguró que las personas sufren tanto desnutrición como obesidad en la vejez.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) del 2006, el 33 por ciento de los adultos entre 60 y 70 años padecen obesidad, dijo la experta.

Pero a partir de la octava década, el porcentaje de este problema se reduce a un 12.6 por ciento.

"Disminuye el porcentaje de obesos, sin embargo, si comparamos con personas desnutridas está todavía mayor el porcentaje que los desnutridos", argumentó.

La desnutrición también es notable, el 1.4 por ciento de la población masculina de los 70 a los 79 años la padece, pero después de los 80, crece al 4 por ciento.

En las mujeres de 70 a 79 años el porcentaje es de 1.1. Una década después, la desnutrición en las personas del sexo femenino alcanza el 5.2 por ciento.

La nutrióloga Érika Mejía Marín consideró que la alimentación en el adulto mayor no debe ser diferente a la de otras etapas de la vida, pero sí hay que hacer cambios, sobre todo en la consistencia de los alimentos, para que la persona pueda masticarlos.

No es recomendable darle a los ancianos alimentos que contengan hidratos de carbono simples, como azúcares, mermeladas y panes dulces, dijo.

Lo ideal es que consuman frutas, verduras, cereales y leguminosas, además de que deben hidratarse constantemente, ya que por los cambios que sufren en el metabolismo, pierden los líquidos con facilidad.

"Todo lo que estamos haciendo ahorita nos viene a repercutir ya sea en forma buena o en forma mala", comentó Miriam Raquel Caselín García, quien también es especialista en Nutrición.

En la próxima década, enfatizó, habrá más ancianos entre la población, por lo que desde la juventud se recomienda llevar una dieta balanceada, además de realizar media hora de ejercicio diario.

De acuerdo con el Consejo Nacional de la Población, en Jalisco viven alrededor de 610 mil adultos mayores, cifra que representa el 18.6 por ciento del total de habitantes de la entidad.

Numeralia
El 33 por ciento de los adultos mayores entre 60 y 70 años padecen obesidad.
El 12.6 por ciento de adultos mayores de 80 sufren de sobrepeso.
El 1.4 por ciento de hombres de entre 70 y 79 años sufre desnutrición.
A los 80 años, la desnutrición crece al 4 por ciento en los hombres.
El 1.1 por ciento de las mujeres entre 70 y 79 años no están bien nutridas.
A los 80 años la desnutrición alcanza al 5.2 por ciento de las mujeres.   


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