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Impotencia y enfermedades enfrentan niños y ancianos ante inundaciones
Por
Félix Nolasco,
El Heraldo de Tabasco
30 de agosto de 2010
México
Las personas que más están siendo susceptibles a las inundaciones son los niños y ancianos, quienes han comenzado a padecer no sólo enfermedades en los pies, sino en las vías respiratorias y son los que más muestran su tristeza a ver que de nueva cuenta sus hogares están entre el agua y las comodidades que días atrás tenían han quedado para otro mejor momento.
Durante el recorrido hecho por El Heraldo de Tabasco en las zonas afectadas se ha podido observar que los niños son los que más están sufriendo, ya que muchos de ellos están teniendo que hacer sus tareas a la intemperie y por si fuera poco muchos a pesar de su corta edad están ayudando a sus padres a sacar sus pertenencias, cosa que causa no sólo molestia, sino que son facetas de la vida que le quedarán marcadas para siempre.
Al platicar con la niña Karina del Carmen de la Cruz Junco, habitante de la colonia Carlos A. Madrazo perteneciente a la ranchería Ixtacomitán primera sección, de apenas cuenta con 11 años de edad y quien cursa el quinto año en la escuela primaria Luis Gil Pérez, dijo que la inundación que se ha presentado en la entidad de nueva cuenta, la perjudica a ella y su familia.
"Yo para poder ir a la escuela me tengo que parar más temprano, pues en la colonia escasean los cayucos y para salir de la segunda planta de mi casa, tengo que esperar a que uno de mis vecinos de nombre Juan pase por mi domicilio para que me lleve a la parte seca, posteriormente tengo que caminar para tomar el TransBus y llegar hasta mi escuela".
Otra de las niñas que tuvimos la oportunidad de entrevistar de nombre Andrea Marina Cortés Gutiérrez, quien tiene su domicilio en la ranchería Miguel Hidalgo primera sección, y quién señaló que el agua a entró a su casa hace un par de días, por lo que ella y su familia tuvieron que improvisar un campamento a la orilla de la carretera, por lo que ella tiene que hacer su tarea al aire libre.
Con lágrimas nos cuenta que tan difícil es para ella estudiar en esta situación: "la verdad es que me cuesta mucho trabajo, pues no puedo concentrarme, veo como mi mamá tiene que hacer la comida y lavar nuestra ropa en un espacio reducido, no podemos dormir bien y por las noches hay mucho mosco -espero que pronto venga la ayuda- apunta; además menciona que no se van a los albergues por que ahí la vida es más difícil".
En cuanto a las personas de la tercera edad, algunos nos comentan que se siente ya muy viejo para sacar sus cosas y a pesar de la ayuda de los vecinos las cosas se le complican más para trasladarlas a un lugar seguro.
Al ser entrevistado don Juan Pérez Morales, quien cuenta con 81 años de edad, señaló que las inundaciones provocaron daños generalizados no sólo en la ranchería Buena Vista de donde es originario, sino en otras comunidades que se encuentran cercanas a los márgenes de los ríos
Al cuestionarlo sobre porque no ha salido de su casa a pesar de que sigue en incremento el río Carrizal, a lo que el ancianito apuntó, "mira hijo, ya estoy acostumbrado a esto, sin embargo, la verdad que me cuesta mucho trabajo hacer mis cosas y sobre todo levantar mis pertenencias, pues ando un poco malo de una de mis piernas por lo que tengo que usar un bastón para poder sostenerme, pero de mi casa no me voy hasta que no se pueda entrar".
Del mismo modo nos comentó "en el año 2007 lo trasladaron a un albergue en donde la verdad sufrió mucho, porque en esos lugares hay mucha gente y hay que hacer cola para todo, además de que hay muchas personas que los ven con malos ojos, por lo que ha decidido este año no salir de su comunidad, al menos que sea muy necesario", afirmó.
Para finalizar dijo que hasta el momento ninguna autoridad gubernamental ha pasado para platicar con ellos o para ofrecerles algún tipo de
ayuda.
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