Son los grandes olvidados de las campañas de prevención de VIH/Sida. Sin embargo, en Rosario es cada vez más frecuente detectar la enfermedad en personas de más de 60 años. Atentos a esta situación, los miembros de una ONG local decidieron enfrentar el tema y están dando charlas de prevención en centros de jubilados. También entregan folletos y reparten preservativos, y aunque a los "abuelos" les da vergüenza, terminan interesándose y llevándose los condones en el
bolsillo.
"Del total de los casos diagnosticados en la ciudad, al menos un 5 por ciento tienen más de 60 años", reconoció Sergio Lupo, especialista en VIH/Sida. La cifra no es menor si se tiene en cuenta que por cada paciente al que se le detecta el virus hay cuatro que no lo
saben.
La irrupción masiva del Viagra (sildenafil) en la última década aparece como la principal responsable del cambio de la conducta sexual en esta etapa de la vida. Antes, a los 60 años, un hombre difícilmente podía tener actividad genital. La "pastillita azul" lo cambió todo, y hoy no es extraño que los señores cambien de pareja con frecuencia o que utilicen los servicios de las trabajadoras
sexuales.
La especialista en urología y andrología Malen Pijoan Molinas reconoció que, desde que existe esta medicación, los hombres tienen la posibilidad de mantener una vida íntima activa por mucho más tiempo. "Hay pacientes de 50 (y menos también) pero también de 70 y 80 que consumen sildenafil", señaló la médica (ver
aparte).
El problema es que esta "revolución sexual" trajo aparejada nuevos desafíos para la medicina preventiva, como por ejemplo, la problemática del contagio del sida. En esta población "no hay demasiada conciencia del uso del profiláctico", reconocen los
especialistas.
Son los grandes olvidados de las campañas de prevención de VIH/Sida. Sin embargo, en Rosario es cada vez más frecuente detectar la enfermedad en personas de más de 60 años. Atentos a esta situación, los miembros de una ONG local decidieron enfrentar el tema y están dando charlas de prevención en centros de jubilados. También entregan folletos y reparten preservativos, y aunque a los “abuelos” les da vergüenza, terminan interesándose y llevándose los condones en el
bolsillo.
“Del total de los casos diagnosticados en la ciudad, al menos un 5% tienen más de 60 años”, reconoció Sergio Lupo, especialista en VIH/Sida. La cifra no es menor si se tiene en cuenta que por cada paciente al que se le detecta el virus hay cuatro que no lo
saben.
La irrupción masiva del Viagra (sildenafil) en la última década aparece como la principal responsable del cambio de la conducta sexual en esta etapa de la vida. Antes, a los 60 años, un hombre difícilmente podía tener actividad genital. La “pastillita azul” lo cambió todo, y hoy no es extraño que los señores cambien de pareja con frecuencia o que utilicen los servicios de las trabajadoras
sexuales.
La especialista en urología y andrología Malen Pijoan Molinas reconoció que, desde que existe esta medicación, los hombres tienen la posibilidad de mantener una vida íntima activa por mucho más tiempo. “Hay pacientes de 50 (y menos también) pero también de 70 y 80 que consumen sildenafil”, señaló la médica (ver
aparte).
El problema es que esta “revolución sexual” trajo aparejada nuevos desafíos para la medicina preventiva, como por ejemplo, la problemática del contagio del sida. En esta población “no hay demasiada conciencia del uso del profiláctico”, reconocen los especialistas.
Volver. “Para muchas personas de la tercera edad las relaciones sexuales volvieron a ser parte importante de sus vidas. En este grupo etáreo, el preservativo es visto, equivocadamente, como un obstáculo en la búsqueda del placer”, agregó Lupo y remarcó: “Es necesario que comprendan que la edad no confiere inmunidad, ya que toda persona que tenga relaciones sexuales no seguras tiene riesgo de adquirir el VIH u otra enfermedad de transmisión sexual”.
Más casos. En la Organización de Familiares Enfrentando el Sida (Ofes) están trabajando desde 2008 con personas de la tercera edad. Su presidenta, Gladys González, dijo a Capital que advirtieron que éste es un grupo que también necesita ser La incluido en campañas de prevención del VIH. “Es una población olvidada e ignorada en nuestra sociedad, erróneamente relacionada con impedimentos y discapacidad, por eso nunca se la tiene en cuenta”,
sostuvo.
Sin dudas, agregó González, “los avances de la medicina contribuyeron a un renovado vigor sexual en la tercera edad dejando en el pasado muchos problemas de disfunción eréctil pero incrementando, al mismo tiempo, el contagio de enfermedades sexuales como el VIH/Sida, que afecta a este grupo con mayor fuerza que a los jóvenes por falta de prevención y rechazo del condón”.
La ONG ofrece en forma habitual el análisis gratuito de detección de VIH. Les llamó la atención que en el último año hubo más positivos en personas que habían pasado los 60 años. “Hasta tuvimos un señor de 74 y una señora de 68 que ya iniciaron el tratamiento”, destacó González.
El proyecto de charlas en centros barriales que nuclean a personas de la tercera edad, que cuenta con el aval del Programa Municipal de Sida (Promusida), se inició hace dos años y fue un éxito. Por eso, Ofes quiere reflotarlo en 2010. Dada la importancia que tiene el tema, el titular del organismo oficial, Damián Lavarello, señaló que la propuesta ya está a consideración del comité evaluador. “Entiendo que es muy probable que reciba el apoyo económico correspondiente para ser llevada a cabo”,
dijo.
El Centro de Jubilados Domingo Matheu (Corrientes al 4000) es uno de los espacios donde se recibieron las charlas informativas. A los concurrentes (hay más de 950 afiliados) también se les entrega folletería (“Adultos mayores, hablemos de Sida”) y si lo desean,
preservativos.
Teresa Molinari, vicepresidenta del centro, indicó que cuando se les plantea el tema, las personas muestran interés, y aunque a muchos les da pudor hablar de sexualidad y del posible contagio de enfermedades, “siempre que la temática es encarada con respeto y seriedad, los abuelos la aceptan y se entusiasman; es más, muchos se llevan los preservativos, aunque no falta el que dice que es para los
nietos”.
Lavarello dijo que el trabajo de prevención en la tercera edad “sin dudas es importante. Como pasa en todas las áreas de salud, cuando hacemos prevención necesitamos del paso del tiempo para poder decir si estamos siendo efectivos, pero es una tarea que debe ser hecha. En esta población hay una brecha en cuanto al problema del VIH, y tenemos que empezar a cubrirla”, remarcó.
More
Information on World Health Issues
Copyright © Global Action on Aging
Terms of Use |
Privacy Policy | Contact
Us