Todo por servir se acaba... y acaba por no servir, reza el dicho que luego se complementó con la última frase y en el aspecto sexual también con el paso de los años va minando la potencia y el deseo como un proceso natural y por la aparición de enfermedades de todo tipo, aunque no en pocos casos se sigue practicando hasta más allá de los 70 años. Por otro lado, la sexualidad entre los 45 y 55 ó 60 años se disfruta de manera más plena entre la pareja, ya que la mujer no tiene el temor de quedar embarazada y hay un conocimiento mejor de las zonas erógenas de ambos, de tal manera que la relación ya no es tanto de cantidad, sino de calidad.
Sobre el tema se han hecho diversas investigaciones, considerando que la esperanza de vida es más larga y en la mayoría de los casos se concluye que conforme la edad avanza, disminuye la actividad sexual, como disminuye cualquier otro tipo de actividad que realizan las personas.
Disfrute pleno
Entrevistados sobre el tema, la doctora Tomy López Cháirez y el doctor Alberto Vielma García, del Hospital General de Madero, coinciden que hay una etapa en la edad madura de la pareja que llegan a disfrutar más la relación amorosa y sexual, e incluso la mujer acaba con la angustia del embarazo.
Vielma García advierte que en mucho depende de los excesos que haya tenido el hombre durante su juventud, pues al llegar a los 50 años se nota la diferencia entre uno que llevó una vida moderada a otro que incurrió en excesos de todo tipo, ya sea alcohol, tabaco, desveladas u otros factores y eso influye también de manera directa en la potencia sexual y la presencia de diversos tipos de
enfermedades.
Estudios sobre el tema
Por otro lado, investigaciones en Estados Unidos -el país de las encuestas y estudios de todo tipo-, mencionan que tres de cada cuatro adultos entre 57 y 64 años afirman ser activos en el aspecto sexual o haber mantenido algún contacto sexual en fecha
reciente.
La cifra se redujo a la mitad entre los encuestados de 65 a 74 años y hasta el 75 por ciento entre los 75 y 85 años, pero hay quien asegura hacerlo todavía dos o tres veces al
mes.
Un 58% de los participantes más jóvenes (de 57 a 64 años) afirmó seguir realizando sexo oral, frente al 31% de los adultos con edades entre los 75 y lo 85 años.
En todas las edades analizadas las mujeres se mostraron menos activas en lo sexual y presentaron una menor probabilidad de tener un compañero o estar casadas (un 40% frente al 78% de los hombres, entre los 75 y 85 años).
Este último factor puede guardar relación con el hecho que los hombres suelen casarse con mujeres más jóvenes o que ellos suelen fallecer a edades más
tempranas.
Los problemas más comunes que presentan los adultos mayores son la dificultad de mantener una erección, falta de interés en el sexo, alcanzar el clímax muy pronto o no poder llegar a él.
En las mujeres suele presentarse la falta de interés, dificultades para lubricar, imposibilidad de alcanzar el clímax, no obtener placer o sentir dolor, en ese
orden.
El aspecto salud
La salud juega un papel importante en el terreno sexual, pues aunque el hombre o la mujer quieran tener relación sexual con su pareja, si padece enfermedades como la diabetes, representa una barrera muy difícil de superar, pero lo bueno es que hay buenas noticias para
ellos.
Aunque en la actualidad hay algunas alternativas para continuar con la actividad sexual, lo importante es tratar de llevar una vida sana para una mejor calidad de vida en todos los
aspectos.
En uno de los diversos estudios médicos, se destaca que los problemas sexuales, más que ser achaques de la edad, suelen ser consecuencia del mal estado físico de la persona, de tal manera que una persona sana tiene más probabilidades de continuar con su vida sexual, con las limitantes naturales, que una persona
enferma.
El tener sexo con la pareja, sin importar la edad, es factor importante incluso para una mejor relación y es obvio que mejora incluso el ánimo.
Algunos posibles riesgos
Hay personas que con los años llega a tener problemas de hipertensión o hipotensión –alta o baja presión- y podría incrementar el riesgo en el momento de tener la relación sexual, para lo cual es recomendable acudir al médico y solicitar información al respecto, despejar todas las dudas y seguir las recomendaciones del
especialista.
Sobre los riesgos de enfermedades de transmisión sexual en la tercera edad, el doctor Vielma García expone que, aunque podría haber excepciones, por lo general a esa edad ya el hombre tiene relación sólo con su pareja y es poco probable contraer una enfermedad, sobre todo si existe la higiene, factor también
importante.
Es importante, enfatiza el doctor Vielma García, que los jóvenes de ambos sexos, practiquen deporte, procuren una buena alimentación nutritiva y si gustan de las bebidas embriagantes o fumar, eviten los excesos, pues llega el momento que se cobra la factura con el paso de los años y lo mejor es la prevención para una vida de mejor calidad en todos los aspectos. “A los 60 años se puede seguir disfrutando muy bien del sexo si la persona se cuida”, asegura el médico.
Estereotipos falsos
La sexualidad en la vejez es a menudo basada en estereotipos que no existen y también es asociada a una disfunción sexual.
Los estereotipos que las personas mayores perdieron su encanto, son indiferentes al sexo o incapaces de tener estimulaciones sexuales, suelen ser erróneos en muchos casos. Estos estereotipos, unidos a la desinformación, conducen la gente a tener una actitud pesimista hacia la sexualidad durante la vejez.
Sin embargo, con una razonable salud personal y un amante disponible, la mayoría de las personas mayores siguen las relaciones sexuales en su octava y novena década.
Esta afirmación se apoya sobre una investigación demostrando que un gran porcentaje de los individuos, no solo continúan la actividad sexual regular a los 65 años, sino que también están por lo general satisfechos del sexo y de su amante.
La mayoría de las personas mayores quieren y pueden apreciar una sexualidad activa y satisfactoria. Una actividad sexual regular ayuda a mantener la habilidad sexual.
No obstante, con el tiempo, cada uno puede notar una disminución de respuesta a los estímulos sexuales. Esto fenómeno es relacionado al proceso normal de la vejez.
Los cambios de la fisiología sexual que se producen en un individuo que esté envejeciendo, pueden afectar la función eréctil y la eyaculación, pero estos cambios no deben tener impacto funcional sobre el placer subjetivo de los encuentros amorosos.
Cambios
Los hombres notan a menudo algunos cambios distintivos como aumento del tiempo requerido para producir una plena erección o incluso puede no ser tan enérgica o grande como antes.
Hay también disminución del tiempo que la erección puede ser mantenida antes de la eyaculación, entre otros factores, lo cual puede ser tratado con toda confianza ante un especialista para mejorar en esos aspectos, siempre y cuando no afecte la
salud.
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