3 de Mayo del
2012
Mundo
Hace unos
días, leí la siguiente noticia:
”Un estudio realizado en Estados Unidos
demuestra que cinco perros, entrenados durante
sólo tres semanas, fueron capaces de identificar a
pacientes con cáncer de mama y de
pulmón con una certeza de entre
el 88% y 97%”. En este estudio, los perros
debían oler el aliento de los pacientes y
distinguirlo del aliento de un grupo control
integrado por 83 personas sanas.
Los perros señalaron a un visitante
japonés que se hallaba casualmente
allí también como paciente con
cáncer, a pesar de que el hombre estaba
considerado sano. En una prueba
posterior se le identificó un tumor
bronquial en estadio temprano. No se conoce por
qué los perros pueden detectar la
presencia de células cancerígenas
en nuestro organismo. Es probable que las
células cancerígenas emitan
sustancias que el perro es capaz de detectar.
El olfato de los perros es dos mil veces
más sensible que el de los humanos. Para los perros, su
mundo comienza por el olfato. Este
desarrollo tan fino del sentido del olfato hace
que los perros nos ayuden en tareas como la detección de
personas perdidas, en nuestra
protección incluso contra explosivos o
como lazarillos guiando a personas que tienen
dificultades para hacerlo por sí solas.
Los perros tienen una actitud afectiva e incluso de
dependencia con sus dueños
teniendo y demostrando constantemente un gran
cariño hacia ellos. Por eso no es de
extrañar que existan incluso estudios que
sugieren que
los perros reducen la presión arterial
de sus dueños, probablemente por la
relajación que hacen sentir al
acariciarlos.
También los perros han demostrado ser
muy positivos para las personas ancianas.
Uno de los problemas que más sufren los
ancianos es probablemente la soledad. La
presencia del perro disminuye ese
sentimiento de aislamiento y soledad.
Pero el perro no es el único animal que
tiene la capacidad de ayudarnos en cuidar de
nuestra salud. Seguramente alguna vez han visto
un documental con niños con alguna
patología bañándose con
delfines. Esa técnica se llama delfinoterapia
y fue utilizada por primera vez en Escocia y en
Florida para tratar a niños autistas o con
síndrome de Down.
No está claro el por qué los
delfines pueden conocer que una persona tiene
problemas en su salud. Se piensa, aunque esto se
está estudiando, que es posible que los
delfines puedan sentir las vibraciones del mal
funcionamiento de un órgano del paciente
mediante el sondeo que realizan con ondas
ultrasónicas. Estas ondas emitidas por
los delfines estimulan
la producción de sustancias por el
sistema nervioso del paciente que hace que
mejore el funcionamiento del órgano
enfermo.
Otros muchos animales han demostrado ejercer
efectos beneficiosos para la salud humana. Desde
la equinoterapia,
realizada con caballos en personas que tienen
dificultades de movimiento, el equilibrio
emocional que transmite la contemplación
de un acuario u otros muchos ejemplos que
podríamos describir.
Yo no voy a entrar a analizar si realmente los
animales mejoran nuestra salud. Las evidencias
parecen decir que sí pero hace falta constatarlo con
estudios científicos profundos.
De lo que sí estoy seguro es que en la
historia los animales han salvado a muchos
humanos de desastres naturales, batallas u otros
peligros. De lo que también estoy seguro
es que los
animales sienten, se alegran, sufren y quieren.
También estoy seguro que tenemos que
aprender mucho de ellos.
Es evidente que los animales también
sufren enfermedades. Espero que nosotros
también tengamos efectos beneficiosos
para su salud.