Conferencia: ‘La
estimulación de la memoria no tiene
edad’
- El 38% de los diagnósticos
erróneos en los que se confunde esta
enfermedad corresponden realmente a demencias
mixtas, demencias vasculares o incluso demencias
carenciales que son perfectamente tratables.
- Un mito a desterrar: los cambios de memoria en
las personas mayores no se producen debido a lo
avanzado de su edad.
- Los trastornos que puede experimentar la
memoria también se pueden deber a razones
psicológicas, como un impacto emocional,
estrés, depresión, ansiedad, etc.
- La pérdida de memoria comienza a
manifestarse por la dificultad de recordar datos
relativamente poco importantes.
“El 38% de los diagnósticos que se hacen
de la enfermedad de Alzheimer en personas
mayores con pérdidas de memoria son
diagnósticos erróneos en los que
se confunde esta patología con demencias
mixtas, demencias vasculares o incluso demencias
carenciales que son perfectamente tratables”.
Amparo Rodríguez, doctora en
Psicología y psicóloga de la
residencia José María Azkuna de
Amorebieta-Etxano (Bizkia), gestionada por el
Grupo Sociosanitario Igurco, expone esta tarde
en una conferencia titulada ‘La
estimulación de la memoria no tiene edad’
las claves que influyen en el mantenimiento de
la memoria en este colectivo, así como
diversos ejercicios prácticos para su
estimulación.
La conferencia de la doctora en
Psicología se inscribe dentro de la
cuarta edición del Programa de
formación para familiares de personas
mayores dependientes, organizado por el servicio
IMQ Ayuda, en colaboración con Igurco
(ambos, del Grupo IMQ), y tuvo lugar el
miércoles, 29 de febrero, en Bilbao
(Alameda de Rekalde, 50, 3.ª planta).
Tal y como ha adelantado la experta, “es
importante destacar que los cambios de memoria
en las personas mayores no se producen debido a
lo avanzado de su edad. A medida que vamos
envejeciendo, no vamos olvidándonos de lo
que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida.
Ésta es una idea general que es necesario
desmitificar”, ha recalcado.
De hecho, cuando el envejecimiento va
acompañado de alguna enfermedad “sobre
todo si es de tipo neurológico, se
producen pérdidas de memoria que pueden
llegar a ser preocupantes, pero este hecho
también puede tener lugar en cualquier
otra etapa de nuestra vida”.
Los trastornos psicológicos
también pueden afectar a la memoria
La doctora Amparo Rodríguez ha
señalado igualmente que los trastornos
que puede experimentar la memoria “se pueden
deber tanto a razones psicológicas (como
por ejemplo, un impacto emocional,
estrés, depresión, ansiedad, etc.)
como patológicas (un golpe en la cabeza,
uso de anestésicos y medicamentos para el
insomnio, ciertos trastornos circulatorios,
alcoholismo, tabaquismo y alzhéimer,
entre otros)”.
Primeros síntomas que pueden alertar de
una pérdida de memoria
Considerando la memoria como “la capacidad de
registrar, retener y recordar los diferentes
acontecimientos, datos o informaciones que
captamos a través de los cinco sentidos”,
la experta ha señalado algunos de los
síntomas que pueden advertir la
pérdida de memoria. Así,
ésta comienza a manifestarse “por la
dificultad de recordar datos relativamente poco
importantes. Con el paso del tiempo, estos
olvidos pasan a ser de mayor magnitud y afectan
a nuestra vida diaria, llegando incluso a
producirse episodios de desorientación
temporal, espacial y personal”.
La pérdida de memoria, si es grande,
afecta de manera directa e importante a diversas
tareas de la vida cotidiana del paciente. Por
este motivo, “la detección precoz de la
pérdida de memoria supone un impacto en
la confianza de la gente que sufre este
problema, ya que se le ofrece la esperanza de
que algo se puede hacer para identificar el
riesgo, retrasando las manifestaciones de la
enfermedad y mejorando la calidad de vida de las
personas afectadas”.
Cómo
mejorar la memoria
La psicóloga de la residencia José
María Azkuna, perteneciente a la red de
Infraestructuras Sociales de la
Diputación Foral de Bizkaia y gestionada
por Igurco, ha aseverado que cada persona,
“indistintamente de su edad, puede aprender a
mejorar la memoria a través de una serie
de técnicas o ejercicios prácticos
con el fin de mejorar su calidad de vida. Los
ejercicios han de estar convenientemente
adaptados a las características
individuales del mayor, es decir, tanto a su
nivel cultural como a su nivel mental,
modificando las diferentes dinámicas de
trabajo a los ritmos de cada cual, evitando
fatigar o cansar a la persona y procurando
terminar siempre de forma positiva”.
En este sentido, “todos los estudios indican que
el ejercicio y una buena dieta es lo mejor que
podemos hacer para mantenernos en plena
capacidad y en pleno rendimiento a lo largo de
nuestra vida. A partir de ahí, existen
diversas técnicas específicas para
estimular la memoria”. Entre éstas, la
psicóloga de Igurco ha citado “la
realización de un listado de actividades
hechas o por hacer, como por ejemplo una agenda
de recados o llevar un diario; redactar una
agenda de teléfonos y direcciones; leer
noticias de los diarios y comentarlas; hacer
crucigramas y puzzles; realizar ejercicios de
cálculo y dictados, etc.”.
Todas estas actividades “pueden ser realizadas
tanto de forma individual como grupal
favoreciendo la estimulación mental”. Es
importante encontrar actividades que “nos
gusten, como hobbies con el fin de reducir el
estrés, lo que ayuda a un mejor
funcionamiento del cerebro”.