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Advierten ausencia de ahorro necesidades futuras, requieren más dinero guardado
y voluntad para no gastarlo
Los aportes al ISS para pensionarse son el 1,4% del PIB
El Mundo
Colombia
6 de Noviembre de 2006
Sergio Clavijo, presidente de Anif y Santiago García, vicepresidente de Skandia para Colombia advierten sobre los peligros de no guardar dinero para los años del ocaso.
Foto: Angela Patricia Zapata
Con los problemas económicos se ha reforzado el paradigma de que en Colombia, dados los bajos ingresos de la mayoría, es difícil ahorrar. Sin embargo los analistas y expertos en economía sostienen lo contrario.
Recientemente Anif y Skandia realizaron un foro en Medellín, en el que se ahondó sobre el fenómeno, para tratar de visualizar cómo sería Colombia con niveles de ahorro y por supuesto, sin problemas de orden público, comparada con países como los tigres asiáticos que partieron de la misma problemática y ahora son modelo de crecimiento, productividad y desarrollo para los países emergentes y hasta las grandes potencias.
Durante el foro que se realizó en el hotel Intercontinental de Medellín, Sergio Clavijo, presidente de Anif y Santiago García, vicepresidente de Skandia, mostraron estudios sobre las dificultades del ahorro de los colombianos, pues priorizan compras suntuarias, como podría ser un vehículo, sobre sus posibilidades de lograr un retiro seguro, con ingresos dignos.
Según García, las personas con ingresos mensuales superiores a $1.600.000 cuentan con capacidad de ahorro, pero no logran concretar esos recursos, porque cuando se llega a cierta solvencia, de inmediato se planean las vacaciones y hasta compras innecesarias.
García asegura que a 2005, el 20% de los colombianos contaba con los dineros necesarios para un ahorro, es decir había, disponibles para ahorrar más de $24.7 billones, en tanto que el ahorro de largo plazo escasamente logró unos $3.6 billones.
De acuerdo con la evaluación de Skandia, entre las opciones más significativas para ahorrar, los colombianos podrían optar por acudir a los fondos de pensiones obligatorias y de pensiones voluntarias, que garantizan un retorno confiable.
La gran dificultad para que este ahorro sea tomado en cuenta, es que particularmente los colombianos toman sus decisiones de ahorro basados en la emoción del presente sin tomar en cuenta la racionalidad que debería calcularse frente a los años del
futuro.
Aprovechar la productividad
La manera más eficiente de garantizar el ahorro de los trabajadores está en la obligatoriedad y los descuentos forzosos, que se hacen directamente a través de la nómina.
Según estudios de Skandia, 23% de los colombianos no cuenta con un plan de ahorro para el largo plazo, más allá de los ingresos que se llevan a los fondos de pensiones obligatorias, que a 2005 significaron recursos cercanos al 12.9% del PIB, en tanto que las pensiones voluntarias constituyen el 2,1% y las cesantías corresponden al 1,3% del PIB.
En un estudio entre 3.000 personas, mayores de 38 años, se encontró que quienes cuentan con ingresos cercanos a los $3.700.000, sólo aportan al fondo de pensiones obligatorias. Con las normas actuales les faltaría 54% del dinero para su pensión, y finalmente recibirá menos capital en la mesada. La solución sería aportar a un fondo voluntario que le mejore sus ingresos al finalizar la etapa de productividad laboral.
De acuerdo con los recientes datos del Dane actualmente el 56% de los ciudadanos está en su mejor momento laboral y sería la oportunidad para buscar que cuando se acaben las opciones de ingreso, por el paso de los años haya un plan b, mediante un ahorro voluntario,
ahora.
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