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Nunca es tarde: adultos mayores tienen su lugar en la Universidad
Diario Hoy
Argentina
9 de marzo, 2006
Danzas Correntinas. Es una propuesta que ofrece la UNLP para abuelos
El famoso dicho de que nunca es tarde para volver a estudiar no es una frase vacía en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). El Programa de Educación Permanente de Adultos Mayores (PEPAM) es una clara muestra de ello.
Alrededor de 1.200 personas se anotaron este año para cursar en alguno de los 53 talleres que allí se dictan. Las opciones abarcan cursos de historia, literatura, arte, sociología, antropología, psicología, computación, fotografía, teatro, filosofía y educación física, entre otros.
El PEPAM fue creado en 1994 y se enmarca en el régimen de Educación Permanente No Formal, que lanzó ese año la Facultad de Humanidades a través de su secretaría de Extensión Universitaria.
Marina Canal, psicóloga y secretaria académica del PEPAM, señaló a Hoy que la iniciativa surgió luego de un sondeo realizado por la institución para conocer los intereses y las motivaciones de las personas mayores de la región. “Organizamos algunas mesas interdisciplinarias donde se trataron diferentes temas acerca de la problemática del envejecimiento. Y ese mismo año se formularon algunos talleres y cursos que luego dieron inicio formalmente a la actividad del programa”, expresó Canal.
El programa está destinado a personas mayores de 55 años y no es necesario tener estudios previos para poder anotarse. La oferta académica del PEPAM se divide en tres ejes: expresiones artísticas; conocimientos generales, y reconocimiento de las transformaciones del envejecer. “Dentro de estas tres áreas vamos incluyendo distintas actividades que surgen a partir de las sugerencias de los alumnos. El abanico es amplio, porque las personas en el momento de la inscripción completan una ficha en la que cuentan cuáles son sus intereses y gustos”, señaló Canal, que además es docente del programa.
Según la psicóloga, el PEPAM -además de un ámbito de aprendizaje- es un lugar de prevención y promoción de la salud. “El Programa habilita a los mayores a estar insertos en un mundo que va transformándose constantemente”, indicó.
Aparte de los cursos, el Programa brinda un espacio de reflexión para los alumnos. Gabriela Bravetti, coordinadora y docente, destacó que algunas actividades están relacionadas con el hecho de envejecer”. “Hay seminarios como uno que se llama Reflexiones sobre el Envejecer, para saber cómo se piensa hoy acerca de este tema”, indicó.
El PEPAM también ofrece seminarios y talleres de verano sobre diferentes temáticas. Por ejemplo, hay uno sobre Danzas Correntinas, y otro sobre Política y Democracia.
La edad de las personas que concurren abarca, en su mayoría, una franja que va de los 55 a los 85. También hay casos de alumnos que superan los 90 años, como una mujer de 96 que se inscribió el año pasado y otra de 91. Las mujeres son las que llevan la delantera a la hora de anotarse en los cursos: el 75% de los alumnos del PEPAM es del sexo femenino, mientras que el 25% es masculino. Sin embargo, Canal indicó que en los últimos años hubo un incremento en el número de inscriptos varones. Como se trata de educación no formal, a los alumnos no se les entrega certificados de aprobación del curso. Unicamente se les da uno de asistencia.
La sede del PEPAM está ubicada en una casona reciclada de la calle 50 Nº 1124, entre 17 y 18. Las clases son dictadas por más de 30 docentes universitarios.
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