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La Crisis de Pensiones Crece
El comercio
Ecuador
13 de marzo, 2006
El IESS enfrenta el difícil reto de evitar que el déficit de 3 700 millones de dólares del Seguro de Vejez, Invalidez y Muerte aumente.
Este hueco financiero se refleja en la deuda del Estado al Instituto, de 2 500 millones de dólares; el 92 por ciento (2 300 millones) le pertenece al fondo de pensiones.
Si el Gobierno no paga, el balance actuarial aprobado hasta diciembre del 2003 alerta que el déficit subirá a 10 000 millones.
El Gobierno, en tanto, aduce que la deuda es de 570 millones. Pero si se toma en cuenta este monto, a pensiones le corresponde la mayor parte: 320 millones.
Junto con la cuantificación de la deuda, el IESS, además, contrastó los ingresos de los aportes de los afiliados (1,2 millones) con los egresos por pensiones jubilares.
Y se concluyó que las aportaciones de cuatro afiliados financian la pensión de un jubilado, cuando la relación debiera ser nueve asegurados por un pensionista (ver cuadro). Para el IESS es necesario proyectar sus obligaciones futuras en al menos los próximos 30 años. ¿Por qué? Cada año el Seguro hace la revisión de la renta jubilar que debe ser financiada no para un año, sino para los siguientes.
El financiamiento de la pensión se hace tomando en cuenta que la esperanza de vida es de 70 años. Específicamente, para el hombre 68 y para la mujer 72 años.
Aunque se conoce que a través del control de la supervivencia, un jubilado de 104 años demostró que aún vive. Este desfase de edad, incluso supera toda proyección y afecta al fondo de jubilación. Así lo corrobora Raúl Zapater, vocal del Consejo Directivo.
A dicho desfase se suman varias contradicciones que agudizaron el desfinanciamiento del fondo y que están siendo corregidas a través de tres resoluciones. El objetivo es que el déficit de 3 700 millones de dólares no suba. Entre los correctivos está eliminar la jubilación activa, pero todavía el sistema subsidia al menos 35 000 jubilaciones especiales reducidas.
Estas últimas se otorgaron con 45 años de edad y 25 de aportes, cuando ahora la edad mínima de retiro es 60 años. La prestación en el largo plazo se convirtió en egresos sin respaldo y consecuentemente subsidiados por el sistema.
También hay quienes han accedido a jubilaciones intermedias, entre 60 y 70 años, y desde 1979 se abrió la posibilidad de que la afiliación voluntaria sea sin límite de edad y con solo cinco años de aportes adquieran la jubilación.
Estas concesiones y otras causaron más egresos no previstos. Carmen Corral, directora de la Seguridad Social de la Superintendencia de Bancos, es enfática: “es impostergable una reforma legal, el actual sistema es insostenible”.
La relación entre activos y pasivos sobrepasó los límites manejables, por lo que Corral considera conveniente habilitar un sistema mixto de pensiones más solidario.
Según la Dirección Actuarial del Seguro, con esta propuesta, el déficit de 3 700 millones de dólares bajaría a 1 400. La razón: el concepto del régimen mixto garantiza que el afiliado tenga una pensión solidaria, pero capitalizada según su esfuerzo individual.
Alberto Cárdenas, ex ministro de Bienestar Social y ex presidente del Consejo Superior del IESS, coincide en que el modelo de reparto llevó al IESS a la descapitalización. Pero aclara que de darse un sistema mixto tiene que estar claramente definido, ya que la capitalización individual es inviable “política y económicamente”.
“Si la capitalización se realiza a través de las administradoras de fondos previsionales, éstas liquidarían al IESS y quién paga a los actuales y futuros jubilados”.
Para Cárdenas es necesaria una profunda reforma en las áreas administrativa, de salud y del Seguro Social Campesino. De lo contrario, el déficit actual se tornará inmanejable en pocos años...
Varias normativas
Para que un afiliado acceda a la jubilación patronal debe estar cesante previamente y no puede volver a trabajar en un año. Si vuelve a laborar sólo obtendrá una mejora de pensión.
Toda persona que recibe ingresos permanentes con relación de dependencia o sin ella debe afiliarse al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social para lograr el beneficio de la jubilación.
Los emigrantes ilegales en otros países pueden afiliarse voluntariamente. Los emigrantes legales en España, a través de un convenio bilateral, pueden acceder a la pensión una vez que se valide el número de aportes hechos en Ecuador y en el país ibérico.
Se suprimieron las jubilaciones intermedias entre los 60 y los 70 años de edad. Es decir, ya no se entregará jubilaciones a quienes tengan, por ejemplo, 66 años de edad y 14 de aportes.
Quienes se acojan a la afiliación voluntaria y tengan una enfermedad crónica degenerativa sólo accederán al seguro de vejez y muerte, se le excluye de las prestaciones de salud.
La posibilidad de que las administradoras manejen los recursos de los afiliados
fue declarada inconstitucional por el Tribunal Constitucional, en el año 2005.
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