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"Mi tarea es proponer una política para
los italianos en el mundo"
Es
senador, elegido en América latina
Por Adriana M. Riva
Argentina
La Nación
29
de octubre de 2006
El entusiasmo con el que Luigi Pallaro habla sobre su flamante cargo está lejos de delatar su edad. Salvo por su cabellera blanca, pocos se animarían a arriesgar que el primer senador italiano elegido en América latina tiene 80 años.
En abril último, los italianos residentes en el exterior y sus descendientes con doble nacionalidad pudieron elegir por primera vez a sus propios representantes en el Parlamento romano.
Desde entonces, Pallaro -que con una lista independiente resultó elegido gracias al voto de más de 110 mil italianos que viven en América latina- reparte su tiempo entre Italia, su país de origen, y la Argentina, el país en donde reside desde hace más de 50 años.
"Los problemas de los italianos residentes en el exterior son pocos y se resuelven con casi nada. No es plata lo que necesitamos , sino buena voluntad", dice Pallaro.
"Voy a Roma para que los italianos sepan que nosotros también existimos. Y para que sepan que hay muchas cosas que podemos hacer juntos", explica.
En un Senado con una mayoría tan ajustada como la que hoy tiene la centroizquierda en Italia, su pulgar hacia arriba o hacia abajo, cual emperador romano, es capaz de hacer temblar a varios.
-Tal cómo están planteadas las cosas en el Senado, ¿cree que puede sacar provecho de la situación?
-Sí, tengo cierta ventaja, pero no para planteárselas a ellos como chantaje, sino como un italiano que vive en el exterior y que tiene muchas cosas para ofrecer.
-¿Por qué decidió presentar una lista en forma independiente?
-En Italia no había ninguna política que supiese que nosotros existíamos. Y mi tarea es ir allí, al lugar en donde se decide el presupuesto, los planes culturales y las relaciones bilaterales, y proponer una política para los italianos en el mundo. Por eso decidí no embarcarme con ningún partido político. Yo voto por aquel que hace una política que le interesa a los italianos en el mundo.
-¿Cuáles son las propuestas que llevó a Roma?
-Mi paquete de medidas consiste en obtener plata para lograr que la cobertura médica de los ancianos se organice desde Italia, conseguir que se otorgue una pensión de 125 euros a los más necesitados, intensificar los cursos de formación para los jóvenes argentinos en Italia y conseguir la reapertura de los plazos para la readquisición de las ciudadanías perdidas por naturalización.
-De todo esto que menciona, ¿qué es lo que ya consiguió?
-Este gobierno tiene apenas 100 días. Me reuní con el primer ministro, Romano Prodi, que me dio el visto bueno para todas mis propuestas. Es muy probable que consigamos que en la Finanaziaria (presupuesto) de 2007, que comenzará a debatirse en el Parlamento en noviembre, el gobierno italiano destine, además de la partida de 17 millones ya existente, 14 millones de euros más para cubrir las necesidades de los italianos residentes en el exterior.
-Hay quienes creen que los ciudadanos italianos residentes en el extranjero deberían, como requisito mínimo, hablar italiano para poder votar. ¿Qué opina usted de eso?
-¿Qué hizo Italia para que sus descendientes que viven en el mundo hablasen italiano? Nada. Por tanto, no puede condicionar la ciudadanía porque no hablen italiano. Los orígenes de una persona son más que suficientes para tener el derecho a ser
italiano.
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