El jubilado ya no acudirá al IESS para probar que vive
El Comercio
El 9 de agosto de 2008
Ecuador
Apenas puede sostener el bastón de madera. Los 78 años de vida dejan secuelas en Nelson Albuja. Casi no escucha, los gruesos lentes le permiten ver un poco y sus piernas responden lentamente.
No puede caminar con normalidad, pero acudió temprano a la matriz del IESS, en Quito. Lo hizo porque en la radio escuchó que debía cumplir con la supervivencia, es decir, demostrar que está vivo y así cobrar sin problemas las futuras pensiones.
Para evitar estos inconvenientes, ayer el Consejo Directivo del IESS eliminó el registro de supervivencia. El presidente Ramiro González anunció la medida.
Según dijo, incluso el presidente de la República, Rafael Correa, solicitó eliminar este requisito.
La resolución número 100 que se expidió el 21 de febrero del 2006 determinaba que “el IESS constatará cada dos años, mediante la presencia física, el derecho de sus pensionistas a seguir con el goce de las rentas”.
Este año, ese trámite que debían cumplir 167 636 jubilados por vejez e invalidez a escala nacional empezó el lunes con las personas cuyos apellidos comienzan con las letras A y B.
Tras la resolución de ayer, el Departamento de Trabajo Social del IESS hará 2 000 visitas domiciliarias para verificar o descartar si algunos de los beneficiarios de pensiones fallecieron y sus familias siguen cobrando el dinero.
En rueda de prensa, González comentó que existen problemas en el cruce de la información del Registro Civil. Algunas personas reportadas como muertas continúan cobrando las pensiones, en perjuicio del Seguro Social.
En tres años se registran irregularidades en 2 000 de 5 000 casos. Pero González ratificó que desde ahora no habrá manera de engañar a la institución. “Si ya lo están haciendo será por unos meses y tendrán que devolver ese dinero vía coactiva”.
Todavía no se conoce el monto del perjuicio, pero González señaló: “Imagínense solamente que alguien cobre USD 200 al mes por una persona ya fallecida”.
Luis Idrovo, representante de los jubilados ante el Consejo Directivo, indicó que los familiares de pensionistas fallecidos responderán con sus bienes.
El Consejo oficializará el lunes la eliminación de la resolución 100, que da paso al control de Supervivencia. Se realizará un seguimiento por muestreo para detectar las fallas. El IESS cruzará información con el Registro Civil y la Policía. De esta forma, se registrará en el sistema a quienes fallecieron y automáticamente se bloquearán las pensiones.
Además, se implementará la verificación del estado del jubilado a través de un ‘call center’ para solicitar al jubilado información que permita validar su identidad.
En el caso de que este mecanismo falle, se suscribirá convenios con las universidades para que los estudiantes hagan las comprobaciones en los domicilios.
Idrovo contó que en Cañar, su provincia, se detectaron dos casos en los que se cobraron las pensiones de personas fallecidas.
Los jubilados recibieron bien la información. El presidente del Frente por la Dignidad de los Jubilados, Édison Lima, sostuvo que en el IESS existen grupos enquistados en la institución. “Son empleados que no quieren soltar los trámites manuales y lo que hacen es entorpecer la atención”.
El presidente de la Confederación de Jubilados, Édgar Sarabia, también aseguró que lo ideal es crear otro tipo de mecanismos.
El Registro Civil
En junio del 2007, el Registro Civil y el Seguro Social firmaron un convenio para el cruce de datos. El director general del IESS de ese entonces, Gonzalo Donoso, sostiene que la idea era actualizar de inmediato los datos.
Técnicos del IESS indican que el convenio con el Registro Civil está en marcha, pero aclaran que sus datos no son totalmente confiables. Esto –dicen- porque hay fallecimientos en lugares apartados de la urbe que casi no se conocen y no se
reportan.
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