Uno de cada 5 ancianos sobrevive sin ingresos
Nacion.com
6 de enero de 2009
Costa Rica
Reynaldo Arias Solano es uno de los poco más de 60.000 ancianos que sobreviven diariamente sin ingresos económicos: ni pensión, ni salario ni ayuda familiar.
Con 67 años de edad, este cuidador de carros depende de la caridad ajena. Su casa es un cuarto que le ceden en el parqueo sur del Hospital Calderón Guardia.
La ropa se la dan los voluntarios Samaritanos del Amor y la comida se la regalan empleados del Hospital. Si el parqueo cerrara, Arias se quedaría, literalmente, en la
calle.
En la miseria. Uno de cada cinco adultos mayores en el país vive en condiciones similares a las de este limonense de origen, conocido entre sus clientes como Joselito .
El dato proviene del Primer Informe, Estado de Situación de la Persona Adulta Mayor en Costa Rica .
El estudio lo hizo la Vicerrectoría de Acción Social de la Universidad de Costa Rica (UCR), que coordinó diferentes análisis de sus centros de investigación, entre ellos el Centro Centroamericano de Población
(CCP).
Este informe fue presentado en octubre pasado, y el capítulo que explora la seguridad económica de los 278.000 adultos mayores del país, revela que un 22% de ellos carece de
ingresos.
El 41,5% de los ancianos tiene pensión. Al menos, en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) 146.000 personas están registradas en el régimen contributivo de invalidez, vejez y muerte
(IVM).
También hay un 22,5% que recibe ayuda de terceras personas, y un 11,2% tiene que trabajar, a pesar de la edad, revela el
Informe.
En el Régimen no Contributivo (RNC) hay 81.120 beneficiarios (incluidos los ancianos) que reciben ¢57.500
mensuales.
Sin embargo, este tipo de ayudas resultan insuficientes.
El decimocuarto informe del Estado de la nación reveló que entre los adultos mayores pensionados hay todavía 15.873 viviendo en pobreza, a pesar de que reciben una pensión del
RNC.
Otros 2.952 viejitos beneficiarios de esta ayuda aún clasifican como pobres
extremos.
Estos datos indican que la pensión no basta para que esas personas superen su
pobreza.
Según el informe sobre el adulto mayor, el 23% de estas personas vive en pobreza: un 4% más que la media
poblacional.
La coordinadora del sector social del Gobierno, María Luisa Ávila, dijo que se trabaja en ubicar a los más pobres entre los pobres, incluidos los
viejitos.
En el primer trimestre de este año se realizará ese registro, aseguró Ávila.
Cotidianidad. Mientras tanto, Reynaldo Joselito Arias, continuará cuidando carros de noche y de
madrugada.
En esas faenas se gana ¢2.000 diarios, asegura. Un trabajo que le consumirá, probablemente, sus últimos años de vida, pues, según contó, nunca cotizó para la Caja y por eso no espera recibir una pensión.
Si no fuera por los Samaritanos del Amor, los empleados del Hospital Calderón Guardia y los dueños del parqueo que le ceden un espacio para dormir, su vida de miseria sería menos
llevadera.
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