La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, aprovechó hoy, con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, para instar a los países en desarrollo a que impulsen los sistemas de pensiones para ancianos.

"Teniendo en cuenta que dos tercios de las personas de tercera edad viven en países con rentas bajas y medias", la Alta Comisionada para los Derechos Humanos animó a los gobiernos a "introducir planes de pensiones sociales para los mayores".

Además, les apremió a que adopten medidas adecuadas en vivienda, sanidad, transporte, acceso al agua, y seguridad personal, para asegurar que los ancianos no padezcan discriminación y que pueden disfrutar de unos estándares de vida adecuados.

"Millones de ancianos en el mundo sufren tratamiento desigual y se les deniega sus derechos humanos, particularmente aquellos vinculados a la seguridad personal y social", recalcó la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.

Pillay recordó que "todos debemos aceptar lo inevitable de envejecer", pero lo que "no se debe aceptar es que la tercera edad conlleve menor acceso y disfrute del amplio abanico de derechos humanos".

"Por su falta de acceso a los centros de poder, a veces se desatienden los derechos humanos de las personas mayores", remarcó Pillay, quien citó los casos en que se abandona a los ancianos, que incluso, en algunos casos, se enfrentan a violencia.

"Las mujeres mayores se encuentran entre las más vulnerables, y muchas de ellas no tienen hogar, ni el derecho a herencias de sus familias, de su pareja o de sus hijos", alertó Pillay.

En la actualidad, uno de cada diez ciudadanos del mundo tiene más de 60 años, y en 2050, serán uno de cada cinco.