Como hace ya varios años, las cuentas macroeconómicas en el Perú van bien. En enero de 2011  retomó el crecimiento económico. La inversión privada ha vuelto a crecer. Las reservas  internacionales están por encima de los 44,000 millones de dólares .

Pero apenas comienza el análisis acerca de la repartición de los frutos de este crecimiento,  aparecen los problemas. Lo que ya comienza a notarse en las encuestas electorales.

La cuestión de fondo es que los salarios de los peruanos son sumamente bajos. El salario mínimo  de 600 soles o 211 dólares, es uno de los más bajos de América Latina.

Según Ipsos-Apoyo, el Nivel Socio-Económico E (el más bajo) con un ingreso familiar promedio de  730 soles al mes necesitaría ganar 1,350 soles para vivir. Ojo, el "ingreso familiar promedio"  se refiere al ingreso de por lo menos dos personas del hogar. Y en el nivel D con ingreso  familiar promedio de 1,030 soles por mes necesitarían 1,640 soles para vivir.

Una razón central de por qué no aumentan los salarios es la caída de la participación sindical  y, por tanto, de la capacidad de negociación salarial, como consecuencia de la legislación  fujimorista, lo que se mantiene hasta hoy.

En 2010 la economía peruana fue una de las que más ha crecido, no sólo en América Latina, sino  en el mundo, lo cual hizo decir a su presidente, Alan García, que "es el país que más crece en  el mundo, después de China".

También creció el desempleo. De acuerdo al reporte del Instituto Nacional de Estadística e  Informática (INEI), en el trimestre diciembre - enero febrero 2011, la tasa de Desempleo en  Lima Metropolitana creció más de 22.3 por ciento respecto al trimestre anterior, pasando de 360  mil 600 desocupados a 437 mil 100.

"Actualmente, más del 60% de la Población Económicamente Activa (PEA) ocupada del Perú -unos  8.6 millones de un total de 14.4 millones- está subempleada, es decir, trabaja menos de 35  horas a la semana y/o sus ingresos son inferiores al valor de la canasta mínima de consumo  familiar" (Gestión, 14/2/2011).

Alan García gobierna con solo un 31 por ciento de aprobación según la encuestadora IPSOS. Las  razones de esta desaprobación son muy variadas. La Tasa de desempleo juvenil llegó a 16,8%. A  ello debe agregarse que el país padezca un 63 % de pobreza rural, según la propia ONU; que el 
27 % de los niños menores de cinco años padezcan de desnutrición, según la UNICEF y que el 60 %  de niños y jóvenes peruanos vivan en extrema pobreza.

El tema de la Salud Pública es otro del caos del modelo económico y social de Alan García.

Las encuestas han venido señalando tercamente que más de un 70% de los peruanos (73% hoy) pide  cambios, y solo el candidato de Gana Perú, Ollanta Humala, ofrece realizarlos.

Dentro de las llamadas "candidaturas fuertes", la de Ollanta es la única que postula un cambio  en el modelo económico vigente. Esto es utilizado por sus adversarios para acusarlo de querer  detener el crecimiento y la inversión.

Se requiere otro modelo, dice Ollanta, que reconozca que el crecimiento no es sólo producto de  un puñado de empresas multinacionales que exportan materias primas,sino del esfuerzo de  millones y millones de peruanos que son protagonistas del crecimiento, pero no participan de  sus beneficios.

"El país le debe un reconocimiento a la gente que produce este crecimiento económico en nuestro país", remarcó.

El candidato presidencial de Gana Perú manifestó que en los primeros cien días de gobierno implementará el programa 'Pensión 65', creando una jubilación universal y solidaria para aquellos trabajadores peruanos que no han cotizado, para asegurar una vejez menos sufrida. En el presente año sólo 914 mil ancianos de un total 2.53 millones tiene una pensión.

El programa entregará 250 soles a los adultos mayores que están excluidos de un régimen de pensiones.

"Empezaríamos con un programa gradual. En el primer año beneficiaremos a más de medio millón de  personas mayores de 75 años, en el segundo año lo extenderíamos a los mayores de 70 y en el  tercer año se beneficiarán a los mayores de 65", precisó el líder nacionalista.

Se desarrollará una profunda reforma tributaria y se aplicará impuestos a las sobreganancias mineras. En 2010, las utilidades netas de las principales empresas mineras aumentaron en 35.5% en relación al año anterior. La rentabilidad de estas compañías creció de 37% en 2009 a 41% en 2010. El motivo: entre 2001 y 2010 el precio promedio del oro, cobre y plata se disparó en cinco veces.

Pero entre 2006 y 2010 el Estado dejó de recaudar 2,457 millones de soles por regalías mineras no pagadas por las empresas.

El próximo gobierno deberá aplicar medidas tributarias para aumentar la participación del Estado en las rentas extraordinarias del sector minero para redistribuir de manera justa los beneficios con la población,argumentó Humala.

También reiteró que el gas de Camisea será para los peruanos, que rebajará los precios del gas doméstico y otros combustibles, que rechaza la reelección presidencial y que gobernará para todos.

Es por eso, seguramente, que a escasos días de los comicios generales del 10 de abril, las encuestas más recientes como la de Imasen, y de la Compañía Peruana de Estudios de Mercado (CPI), nos dicen que Ollanta Humala encabeza las listas de intención de voto para las elecciones presidenciales de Perú. Ahora sabemos por qué.