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Veracruz, estado de ancianos
Noviter
Mexico
10 de
Octubre 2006
Para el año 2030 el estado de Veracruz alcanzará un total de un millón 548 mil personas de la tercera edad, por lo que es necesario establecer desde ahora sistemas de interacción social y de apoyo a estas personas, aseguró el investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) Golfo, Felipe Vázquez Palacios.
Es necesario, subrayó, establecer sistemas de interacción social, donde se propicien respuestas espontáneas y creativas mediante un conjunto de intercambios, mediaciones y reciprocidades para obtener no sólo bienes materiales, alimento, cuidado, medicinas, sino también apoyo espiritual, palabras de aliento, apoyo moral y cultural para los
ancianos.
Aseguró que se deben crear pequeñas redes o estructuras familiares, vecinales y de afinidad para enfrentar vicisitudes cotidianas.
"Todas estas demandas deben estar estructuradas por los mismos ancianos, con la finalidad de satisfacer sus aspiraciones y necesidades más elementales. Es precisamente en este punto donde está la clave. En la reestructuración de políticas y programas dirigidos a la vejez", comentó
Según especialistas, en el 2050 Veracruz incrementará su población anciana a dos millones, lo que significaría el 31 por ciento del total.
"Las cifras no serían preocupantes si tuviéramos la certeza de que esa multitud de abuelos y abuelas van a contar con una pensión, trabajar un negocio familiar, ser parte del grupo doméstico o pertenecer a un grupo cultural de prestigio. Pero la realidad muestra que un 75 por ciento de ancianos de hoy carece de pensión", declaró.
Cabe destacar que en la capital del estado hay más de 600 jubilados y pensionados y, en el ámbito estatal, cerca de 14 mil ancianos reciben mil 500 pesos mensuales, pero hay quienes sobreviven con menos de 500 pesos, por lo que no pueden pagar gastos médicos, medicina, taxis.
Lo anterior representa un verdadero desafío para los nutriólogos, ya que con ese presupuesto deben elaborar dietas balanceadas para ancianos con diabetes, por
ejemplo.
"La situación es alarmante porque nos limita a prevenir o atender enfermedades. Por la falta de asesoría médica se ven obligados a buscar atención no formal con curanderos, farmacéuticos o se automedican, aunque otros recurren a la sanación divina como única alternativa, sobre todo en zonas indígenas, precisamente una de las causas por la que grupos religiosos no católicos crecen con gran celeridad en zonas rurales", afirmó el investigador.
En la actualidad un porcentaje alto de personas entradas en años no son derechohabientes de ninguna institución de
salud.
En el futuro, dado que las mujeres viven más años, serán las que sufran la mala calidad de los servicios; el tipo de enfermedades variarán muy poco y serán infecciones respiratorias, enfermedades crónicas, dolores de cabeza, artritis, dolores estomacales, hipertensión, diabetes, y los golpes por accidente aumentarán en forma considerable.
Por su parte, el director del Instituto de Salud Pública de la UV, Enrique Hernández Guerson, informó que desde hace varios años esta entidad estudia lo que significa para los ancianos el asunto de la enfermedad y la atención a su salud. Los investigadores también han puesto especial atención en el fenómeno que en sociología se conoce como "representaciones
sociales".
"Se caracterizan porque los individuos y grupos sociales adoptan formas de pensamiento que permiten su interacción en la sociedad, de tal manera que la información que circula en los medios, la comunicación cara a cara, y a veces los acontecimientos extraordinarios en los grupos promueve que ellos generen su propio conocimiento, y una vez compartido se denomina 'representaciones sociales'", detalló.
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