Cali posee una sociedad dotada de una exquisita sensibilidad social capaz de transformar la miseria en dignidad”. 

El término tercera edad hace alusión a las personas mayores de 65 años. La presencia de una persona mayor en el mundo actual es sinónimo de un problema serio, porque a pesar de que el envejecimiento es un proceso que nos lleva a la última etapa del ciclo vital, nuestra cultura no está preparada para asumirlo. Los mayores problemas de los adultos mayores son la falta de afecto y de oportunidades sociales. 

Detectada esta situación por la que atravesaban muchos ancianos de un sector del sur-oriente de Cali, me propuse establecer un contacto directo con algunos de ellos. En un diálogo puerta a puerta pude constatar el estado de desprotección en el que se encontraban muchos de ellos. 

Curiosamente, en estas visitas la mayoría de la familias me solicitaron colaboración para recluir a sus seres queridos en instituciones de caridad. Ya los viejos estorbaban. Mantenerlos en casa era oneroso para las familias que carecían de recursos para sufragar los gastos que ellos demandaban, entonces no existía el sisben. 

Mientras las familias aspiraban a deshacerse de sus queridos viejos, ellos suplicaban por quedarse en casa. Esta fue la base que inspiró el programa de atención domiciliaria al anciano desprotegido con los médicos Silvio Velásquez y Melba Flórez. 

Se pidió entonces colaboración a personas mayores funcionales del sector que quisieran donar parte de su tiempo; ellas fueron las voluntarias con quienes se inició un proceso de capacitación y entrenamiento para el trabajo con personas mayores. Así nació el Voluntariado Gerontológico de Cali. Este fue el lema propuesto: ‘Envejecer sí, pero con dignidad y alegría’, el cual empezó a desarrollarse a través de estas acciones concretas: 

Se debe formar parte de una familia, destacar lo valioso de permanecer con los suyos, abordar al viejo desde el enfoque biopsicosocial y espiritual, con un equipo interdisciplinario para mantener al anciano en su domicilio a través de estrategias muy sencillas. 

Esas estrategias son: Ser buen oyente, tratar al anciano con afecto, crear amistad y camaradería, respetar su autonomía e individualidad, sus gustos y forma de pensar, infundir optimismo, manifestarles amor ya que el hombre no puede vivir él. 

Nuestro programa se basa en el amor a Cristo. Él, que sólo tiene palabras que resisten el paso del tiempo y permanecen para la eternidad. 

La Corporación Redes de Apoyo para el Anciano, Crean, se ha propuesto formar la geronto-cultura, organizando grupos de ancianos funcionales para buscarles un espacio donde ellos puedan actuar. Trabajamos con redes sociales las cuales contribuyen a integrarlos y socializarlos, mejorando así su estado de ánimo y su autonomía. 

Un representativo grupo de personas de la sociedad y en años anteriores el Gobierno departamental, percibiendo los beneficios y cambios que se han dado en la vida de muchos adultos mayores de Cali y Jamundí, se han vinculado a Crean. 

Cali posee una sociedad dotada de una exquisita sensibilidad social capaz de transformar la miseria en dignidad, la indiferencia en amor. Gracias a su apoyo hemos logrado subsistir durante 20 años. La supervivencia de la obra dependerá del compromiso de mucha personas que quieran vincularse a Crean. Ya la protección del Señor está garantizada por la intercesión de muchos ancianos que con el corazón llenos de amor y gratitud se marcharon al más allá.

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