Wolfgang Conrad conocía los números rojos sólo de las finanzas, hasta que un día recibió los datos demográficos de Eschwege y se dio cuenta de que ¡su ciudad estaba perdiendo gente! 

Conrad es el encargado de planeación urbana de la Alcaldía de Eschwege, -una ciudad al centro de Alemania-, y ahora tenía que idear una estrategia para vivir con menos personas. 

El problema de Eschwege, como en toda Alemania, es que la gente no ha estado teniendo suficientes hijos y, para 2030, ya se estima que una tercera parte de la población total del país, tendrá más de 60 años de edad. 

Alemania envejece, y en lugar de tener niños en la calle jugando futbol hay -y habrá más- personas de la tercera edad en cada esquina. 

La mismo le depara a la Unión Europea (UE), pues la tasa de natalidad de los países que componen el bloque ha ido disminuyendo desde mediados de la década de 1960.

En 1970, la Europa de las 27 naciones tenía una tasa de 2.35 niños por mujer y ahora tiene un promedio de 1.52. 

“Esto significa que el grupo de la potencial población económicamente activa –de entre 15 y 65 años —, se reducirá en 20 años en 50 millones de personas”, se lee en un documento del Ministerio Alemán para la Familia , la Tercera Edad , Mujeres y Adolescentes. 

Para Alemania, la tasa de natalidad está en 1.4 niños por mujer y para tener un futuro prometedor se necesitarían al menos 2.1. 

“La combinación de una baja tasa de natalidad y una cada vez más elevada esperanza de vida lleva a una estagnación de nuestra sociedad, y la tendencia no se podrá detener ni en el mediano plazo.

Tampoco trayendo migrantes”, reconoce un experto del Instituto de Mannheim de Investigación Económica y Cambio Demográfico. 

Por eso, ciudades como Eschwege, de 21 mil habitantes, ya se están preparando para este cambio. 

“Nuestra población se reduce cada año en 300 personas, y para 2030 podríamos ser un pueblo de unos 15 mil habitantes”, acota el urbanista y sociólogo, Conrad. 

Actualmente, 35% de la población de Eschwege, es mayor a los 60 años. Para 2030 se prevé crezca al 60%. 

En esta localidad se está construyendo un centro con el que se busca revitalizar la ciudad y a su gente de edad avanzada. 

El centro, conocido como Marktplatzkarree, se está erigiendo en un edificio antiguo del centro de la ciudad y constará de departamentos para gente de la tercera edad, un centro comercial y locales de “cultura”. 

De acuerdo con Conrad, la gente de edad avanzada requiere departamentos con menos recámaras y más amplios para desplazarse más fácil, también necesitan tiendas y cultura cerca para no recorrer largas distancias. 

“Banquetas amplias, menos circulación de autos, grandes balcones, pisos menos resbalosos e incluso departamentos con jóvenes para que las diversas generaciones puedan convivir”, agrega el urbanista. 

Los problemas que enfrentan localidades donde la mitad o la mayoría de la población será de edad avanzada, varían entre lo social, lo urbano y lo político.

Por ejemplo, las administraciones públicas deberán absorber costos de la habilitación de infraestructura que ahora será usada por menos personas, como agua potable, drenaje, construcción de calles, choferes de transporte público y burócratas. 

También la demolición de casas y departamentos vacíos; el cierre de escuelas, sobre todo los kínders; la ampliación de los asilos; la baja de talentos en las asociaciones deportivas y menos personal para los cuerpos de bomberos. 
Otras ciudades en Alemania sufren los mismos problemas, sobre todo en el este del país, donde muchos jóvenes han emigrado por falta de trabajo y habita más población mayor. 

Por ello, el Gobierno alemán lanzó el programa: “La edad como un Factor Económico”, con el que se apoya a las empresas a habilitar sus servicios y a crear productos para la gente mayor. 

Con ello, “se matan dos pájaros de un tiro”, se mejoran los servicios de la población de edad avanzada y se aprovecha su poder de compra. 

Los alemanes de más de 60 años, representarán en 2035, más de 30% del consumo en el país, destacando sobre todo el sector de la salud y el turismo. 

“La generación de más edad tiene un enorme potencial de demanda. Uno de cada tres euros del consumo privado vendrá de ellos y Alemania no puede ignorar este poder de compra”, había declarado la Ministra de Familia, la Tercera Edad , Mujeres y Adolecentes, Ursula von der Leyen. 

Grandes compañías empiezan a darse a conocer en el mercado con marcas como “50+”, “generación de plata” o “generación de oro”; otras ofrecen estudios de venta y consumo y unas más servicios especializados. 

“Es lo mismo que tenemos en el mercado, pero hecho con cuidado y detalle. A los de la tercera edad debemos tomarlos tan en serio como a la gente más joven.

Al final no son seniles, sino maduros, y tienen sus propias ideas, deseos y sueños”, explica Annett Urban, fundadora de una empresa de mudanzas especializada para gente de la tercera edad. 

Eso sí, los adultos mayores nunca se quedarán solos. Algunas compañías han creado páginas web para que la gente mayor -de 50 años-, encuentre pareja en foros en donde se discuten temas como el sexo, cómo ayudar a morir a otra persona, impotencia, colesterol, entre otros. 

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