La tasa de habitantes mayores de 70 años en municipios menores de 10.000 habitantes en la provincia de Palencia (todos a excepción de la capital) es del 21,6%. El dato lo revela un estudio de la Fundación La Caixa, que pone de manifiesto que el porcentaje de envejecimiento de la población en Castilla y León es muy similar, con un 22,2%, mientras que la media española es del 16,4%. El número 27 de la Colección de Estudios Sociales de la Fundación La Caixa ('La población rural de España. De los desequilibrios a la sostenibilidad', coordinado por el doctor en Ciencias Políticas y Sociología de la UNED, Luis Camarero) revela que, en España, las áreas rurales siguen perdiendo población y experimentando «importantes desequilibrios sociales y demográficos que condicionan su supervivencia». El informe de La Caixa incide en que el sobreenvejecimiento rural genera altas tasas de discapacidad, ya que en torno a 750.000 habitantes rurales pueden considerarse personas con grandes dependencias, incapaces de valerse por sí mismas o de desplazarse de forma autónoma fuera del domicilio. A esta situación se suma la dispersión de las infraestructuras y de los servicios asistenciales en el entorno rural, lo que provoca que el cuidado de las personas dependientes se gestione en el ámbito doméstico y familiar, condicionando las trayectorias laborales de las mujeres. 
El estudio hace hincapié además en la creciente masculinización de las zonas rurales en España. En la provincia de Palencia, la proporción de sexos es de 83 mujeres por cada 100 hombres, mientras que la media en Castilla y León es del 81,9% y en España, del 87,6%. Una de las principales causas de la masculinización es la creciente emigración de las mujeres a los núcleos urbanos, especialmente la de aquellas que pertenecen a la 'generación soporte' (de entre 30 y 49 años), estratégica para la sostenibilidad económica y social del mundo rural. El censo del año 2001 registraba que un 44,5% de las personas de la 'generación soporte' que residían en áreas rurales españolas vivían en el mismo municipio en el que nacieron, mientras que en la última encuesta (del 2008), el porcentaje ha bajado hasta el 38%. Ello incide en las estructuras familiares de los municipios rurales. 
Las tasas de los hombres que viven solos llega al 12% y la de los hombres no emancipados que aún viven con los padres, al 30%, duplicando las de las mujeres. Además, un 76,8% de las mujeres convive con la pareja, y un 70% tiene hijos, mientras que sólo el 51,6% de los hombres vive en pareja y únicamente el 45,4% tiene descendencia.

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