Alrededor de medio millar de mujeres pertenecientes a asociaciones de carácter nacional y regional vinculadas al medio rural, además de emprendedoras en los numerosos municipios de la Comunidad se dieron cita en el II Foro de la Mujer Rural, que sirvió para apuntar la necesidad de una comunicación más fluida con las instituciones, una mayor sensibilidad por parte de las administraciones y el desarrollo de una formación específica orientada al empleo como las necesidades más urgentes de estos
colectivos.
A lo largo de la mañana, la celebración de las mesas redondas «Fomentando el espíritu emprendedor» y «Aprender a emprender» fue desnudando las claves de un grupo de población «esencial» para garantizar el futuro del ámbito rural, tal y como las protagonistas proclamaron. En este sentido y avalado con la presencia de numerosos colectivos, el foro dejó clara la importancia del asociacionismo. Y es que de las 280.000 mujeres que están integradas en las 1.300 asociaciones registradas en Castilla y León, el 53% pertenecen al ámbito rural.
Ésa es una de las principales armas para desafiar el declive económico y poblacional del medio rural. «Debemos aunar esfuerzos para crear un mejor futuro para la mujer rural», apuntó Ángela Antonio Pino en representación del colectivo AMFAR. Uno de los principales reconocimientos al asociacionismo, «su constante labor de apoyo y orientación a las emprendedoras», tal y como aseveró el periodista César Lumbreras en la lectura de las conclusiones del encuentro
Así, pese al empuje de todas las asociaciones en sus discursos, no faltó el reconocimiento a la realidad actual: éxodo de las mujeres a las urbes, despoblación rural, envejecimiento y, por ende, mayor pobreza. «El tiempo corre en nuestra contra», apuntó Sara Serna, responsable de Fademur. De ahí que las propias asociaciones vean como un imperativo «fomentar la igualdad de oportunidades con los hombres y evitar el éxodo rural», añadió Serna.
La pregunta es cómo. Las participantes en las mesas redondas pusieron sobre la mesa algunas medidas que podrían abrir el camino. Desde Fademur, incidieron en ideas como «bonificar en un 20% el abono de la Seguridad Social de las mujeres emprendedoras». Asimismo, sobre la mesa se expuso la necesidad de «una formación real y adaptada a las necesidades».
Por último y a pesar de reconocer la sencillez en el acceso a los créditos, las conclusiones del encuentro dejaron claro que es preciso «que las administraciones públicas sean sensibles a los problemas planteados por las mujeres», al tiempo que deben existir «cauces de comunicación e información accesibles.
More
Information on Rural Aging Issues in the World
More
Information on Rural Aging Issues in the US
Copyright © Global Action on Aging
Terms of Use |
Privacy Policy | Contact
Us