Hay 80 mil nuevos jubilados por temor a la reforma  

Por:  Daniel Gomez Lopez

Clarin, 18 Junio, 2001

JUBILADOS: EFECTOS DEL DECRETO QUE MODIFICA EL SISTEMA PREVISIONAL 

Se estima que otros 50 mil se sumarán en los próximos meses · Mientras, el decreto, que debía regir desde el 1° de mayo, es analizado en la Justicia.

Entre noviembre y mayo 180 mil personas tramitaron la jubilación cuando lo normal hubiera sido que no fueran más de 100 mil. El aumento que representan los 80 mil jubilados sobre el promedio habitual, a los que en los próximos meses podrían sumarse otros 50 mil totalizando 130 mil nuevos e inesperados integrantes del régimen jubilatorio, se explica por el temor que generan algunos cambios a la ley, previstos en el decreto de reforma previsional que el Gobierno sacó en los últimos días de 2000 y debió entrar en vigencia el 1° de mayo pasado.

Eso no ocurrió porque un juzgado de primera instancia de la seguridad social hizo lugar al amparo presentado por los diputados Elisa Carrió y Alfredo Bravo. El fallo fue ratificado hace pocos días por el voto unánime de los tres jueces que integran la Sala II de la Cámara Federal, Luis Herrero, Juan Etala y Emilio Fernández.

La decisión judicial descomprimió el escenario montado en las bocas de atención de la ANSeS, donde los turnos para iniciar el trámite jubilatorio se asignaban con 45 días de demora. Para capear el temporal, el interventor de la ANSeS, Rodolfo Campero, trasladó personal de sectores administrativos a las áreas de atención al público.

Ahora, imprevistamente, la jueza Hebe De Moran dio vía libre al decreto que tiene al 1° de setiembre como fecha para comenzar a regir. En ANSeS y en el Congreso no descartan otra avalancha de trabajadores ansiosos por zafar de la dura reforma y que se dupliquen los pedidos de jubilación. Dos son las medidas del decreto más resistidas por los futuros jubilados:

· Disminución de hasta el 20 por ciento en los haberes de los que se jubilen desde la vigencia del decreto, ya que se reduce la jubilación básica que oscila entre 200 y 230 pesos para los haberes inferiores a 800 pesos y se elimina para los de un monto mayor.

· Poda en las jubilaciones de las mujeres. Hasta ahora pueden jubilarse con 60 años de edad cobrando el total del haber. Pero el decreto introduce una quita entre los 60 y 65. Una mujer que se jubile a los 60 años con 600 pesos recibiría 437 (el 85 por ciento) y solo cobraría el 100 cien por ciento si lo hace a los 65. De esta forma el Gobierno recaudará durante más años aportes de las mujeres y terminará abonando menores beneficios.

En cambio la reforma crea dos beneficios inexistentes: uno Universal de 100 pesos mensuales para mayores de 75 años que no tienen ningún ingreso y la Prestación Proporcional, para mayores de 70 años que registren entre 10 y 29 años de aportes, es decir que no cumplan con los 30 exigidos. Cobrarán 10 pesos por año aportado con un piso de 1150 pesos.

Pero hasta el 1° de setiembre pueden pasar muchas cosas. Por ejemplo que el Gobierno elimine los aspectos polémicos del decreto como el incremento de la edad jubilatoria de la mujer. También que la Comisión de Previsión de Diputados derogue el decreto y elabore uno nuevo.

Y sobre todo que la Cámara Federal de la Seguridad Social, reconocida en la propia Justicia por la defensa que hizo durante la década anterior de los derechos de los jubilados, haga lugar al recurso de Carrió y deje sin efecto al decreto.

Resulta curioso que mientras el régimen previsional contribuye a la mitad del ahorro de mil millones de pesos del gasto estatal (para lo cual a los nuevos jubilados se le pagan retroactivos en 12 cuotas mensuales y postergan la liquidación de haberes superiores a 2 mil pesos), el Gobierno alienta una reforma que lleva a miles de trabajadores a apurar los trámites jubilatorios para escapar de sus efectos. Es que si se tiene en cuenta que la jubilación promedio es de 350 pesos, los 80 mil nuevos jubilados empujados por la reforma le cuestan al Estado 28 millones de pesos por mes.