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Detectan errores en las afores mexicanas
Por Sofia Macías Liceaga, El
Economista
Mexico
El 28
de marzo de 2008
México
se ha tardado demasiado en aprender de los errores en pensiones de otros
países, e incluso, en su primera década de vida, cometió algunos peores,
como
propiciar abusos en los precios, al permitir que las afores cobraran tres
tipos diferentes de comisiones.
Es
lo que asegura Tapen Sinha, director del Centro de Pensiones del Instituto
Tecnológico Autónomo de México (ITAM), que destaca que las afores
recibieron demasiada libertad en el pasado, al cobrar por saldo, flujo y
hasta rendimientos, en perjuicio de los trabajadores, pues al ser una
mezcla discrecional, los clientes no tenían ni idea de qué estaban
cobrando. "Y eso sólo pasó en México, en ningún otro lugar
del
mundo".
Afirma
que ahora que se va a transitar a una sola comisión sobre saldo, debe
haber una vigilancia mayor, para evitar que existan nuevamente, tremendos
beneficios para la industria y no para los trabajadores. Ése fue un error
que duró 10 años. En el libro Lessons from Pension Reform in the
Americas (Lecciones de la Reforma Pensionaria en América), coordinado por
Sinha, el académico recuerda que los sistemas de pensiones de cuentas
individuales no lograron abarcar una mayor parte de la población, como
pronosticó el Banco Mundial que pasaría, en su diagnóstico de 1994.
Sinha
asegura que no había ni hay evidencia de que simplemente, por un cambio
de sistema, pueda haber más gente con acceso a una pensión, "eso no
pasa por arte de magia". Los países donde poca gente tiene empleo
formal, y por lo tanto, carece de seguridad social, es necesario integrar
mecanismos complementarios
como
las pensiones universales.
Hay
más de una solución
El
investigador dice que, "no todos los caminos llegan a Chile",
pues aunque el país sudamericano ha sido el ejemplo de la reforma de
pensiones, pues fue el primero en transitar a cuentas individuales, es
posible resolver el problema del financiamiento durante la jubilación con
sistemas diferentes al de las afores.
Refiere
que existen países
como
Costa Rica
, donde únicamente ampliaron la edad de jubilación, pero mantuvieron un
esquema de reparto, y lograron que sus pensiones fueran sustentables.
El
prefacio
del
libro fue escrito por Robert W. Fogel, el premio Nobel de Economía de
1993, la edición estuvo a cargo de Stephen Kay y Tapen Sinha, y el análisis
del
caso de cada país lo realizaron especialistas que estuvieron involucrados
en el proceso de las reformas.
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