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Las caídas de los ancianos revelan sus posibles enfermedades


www.informador.com.mx

24 de enero de 2010

México

 

En Jalisco, los centros de rehabilitación física para adultos mayores son escasos y no ofrecen todo lo necesario. El Informdor

 

Cuando el paciente se precipita al suelo contra su voluntad, en los adultos mayores significa un ''síndrome geriátrico''

Se sienta en el sillón de color morado junto a la ventana, las piernas extendidas y las pantuflas solas en el piso. Se le reconoce por el cabello rojo que sobresale del periódico. Hasta hace tres años, Rosa María Ochoa Maldonado llevaba una vida normal y jugaba con sus nietos. Ahora se limita a observarlos.

“Rosita”, como le dicen sus amigos, pertenece al 8.2% de los adultos mayores que habitan en Jalisco y que, como muchos de ellos, sufrió una caída que le cambió la vida.

“Íbamos cruzando la calle mi hermano y yo, y al ver que venía un carro, me intenté agarrar de su brazo, pero él apresuró el paso y me caí”.

El resultado fue el húmero del brazo derecho fracturado.

Curiosamente, unos meses antes, Ignacio, su hermano, también se había fracturado el húmero, pero del brazo izquierdo. Los dos son adultos mayores de 60 años y una caída no se les hacía algo del otro mundo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), caída “es la consecuencia de cualquier acontecimiento que precipita al paciente al suelo en contra de su voluntad”. Esto revela que no es algo normal. En términos médicos, una caída en los adultos mayores es un “síndrome geriátrico” y, como tal, requiere de atención especial.

Todos nos tropezamos de vez en cuando, nos podemos caer al andar con prisa sin poner atención, pero con la edad las cosas cambian. Una caída en el adulto mayor puede ser más que un mal paso.
“Caerse tiene un significado etiológico: está diciéndonos el paciente que algo anda mal”, explicó el doctor Miguel Flores Castro, presidente de la Asociación de Geriatras del Estado de Jalisco.

Destacó la importancia de las caídas como una forma de presentación de una enfermedad. “Una neumonía en un anciano puede presentarse exclusivamente en una caída, sin tener algún otro síntoma”.

En México, aproximadamente 65% de los adultos mayores de 65 años, que son independientes y viven en su domicilio, sufre al menos una caída al año, al igual que 40% de los que viven en instituciones de cuidado prolongado (asilos). De estas caídas, 20% requieren atención sanitaria; en 10% de los casos se trata de lesiones importantes como fracturas, que causan incapacidad y hospitalización.

“Cuando me caí no me imaginé que fuera para tanto”, señaló Rosa María mientras se endereza y deja el periódico. “Fue una sorpresa para mí tener una fractura y fue muy difícil cambiar todos mis hábitos, y eso que sólo me lastimé el brazo”.

La fractura más común como consecuencia de una caída es la de cadera. Es de las más peligrosas.

Tener una fractura de cadera o de fémur implica la pérdida de la funcionalidad, implica dependencia hacia terceras personas y pérdida de la calidad de vida”, explicó Castro. A ésta le siguen la de húmero, muñeca y pelvis, consideradas como de edad-dependientes, pues además de ser producto de la caída también son reflejo de la osteoporosis.

Sin embargo, lo peor de una caída no está en caerse, o por lo menos no todo. Lo que le sigue a la caída, el proceso de rehabilitación, también tiene sus complicaciones. A diferencia de su hermano, Rosita no se recuperó totalmente del brazo.

“Me explicaron unos ejercicios de rehabilitación para hacer en mi casa, pero de todos modos no me siento igual que antes, me duele, no lo puedo estirar y no me da la misma confianza”, confesó.

La importancia de la rehabilitación

La rehabilitación es la clave para la recuperación después de un accidente de este tipo. “Si no se rehabilita, sólo sirve para que el cirujano gane dinero”, afirmó el geriatra Miguel Castro.

En materia de rehabilitación, México no está muy avanzado. Los centros de rehabilitación física para adultos mayores son escasos y no ofrecen todo lo necesario. Una caída no sólo necesita rehabilitar físicamente la parte
del organismo dañada, se necesita un equipo multidisciplinario que dé un manejo integral a estas situaciones.

El “síndrome post caída”, por ejemplo, que es realmente el síndrome psicológico que genera una caída, puede ser tan perjudicial que haga que el anciano accidentado no vuelva a caminar otra vez a pesar de estar en perfectas condiciones para hacerlo.

“En realidad, los ancianos que después de una caída fuerte vuelven a caminar son los que van a caminar con y sin médico. Son gente que tiene un instinto de supervivencia más grande que los otros”, aseguró el especialista.

En cambio, los que se deprimen y no se sienten seguros de volver a intentar llevar su vida normal son los que decaen a pesar del tratamiento y las operaciones, y de ahí para abajo hasta la muerte. Una de las razones a las que se le atribuye la dificultad emocional para recuperarse de una caída es el tiempo que dura el accidentado en el piso; entre más tiempo pasa en levantarse, más difícil le resulta después recuperarse.

Es importante difundir las consecuencias que una “simple” caída puede tener, pues por más sencilla que parezca los daños pueden ser irremediables, como una parálisis, pérdida de la visión o de algún miembro del cuerpo y, además, en la mayoría de los casos logran afectar de igual forma la vida de los familiares drásticamente. No sólo la persona que sufre la caída se ve afectada sino que todos los que viven a su alrededor también se ven obligados a cambiar su ritmo de vida para darle la atención necesaria.

La prevención

Algunos factores que pueden provocar las caídas accidentales, ocasionadas por el ambiente alrededor de la persona, son:
Suelos resbaladizos.
Camas altas.
Escaleras sin barandales.
Puertas angostas o que abran hacia fuera.
Escalones altos y estrechos.
Iluminación deficiente.
Muebles u objetos mal ubicados que impiden o dificultan el desplazamiento.
Ropa y calzado inapropiado.

“Vejez y casa segura”

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con la guía “Vejez y casa segura”, para prevenir las caídas en el hogar con recomendaciones como:

Instalar barras bien afianzadas para sostenerse en duchas y tinas, de ser necesario un lugar para sentarse y ayudas para levantarse del inodoro.
Colocar tapetes antideslizantes en duchas, tinas y sus lugares de salida.
Utilizar preferentemente jabón líquido con despachador e instalarlo a la altura adecuada para evitar que se incline y caiga por vértigo en la ducha.
Los cojines adicionales en el asiento de sofás o sillas pueden ofrecer una elevación adecuada que permita sentarse y pararse con menor esfuerzo.

Viendo a futuro

De acuerdo con los criterios de la Organización de las Naciones Unidas, una población puede considerarse vieja si más de 10% de sus miembros tiene 60 años o más.

Se estima que Jalisco llegará a esa condición en 2015, cuando arriba de 10% de la población pasará de los 60 años. Pero, ¿qué pasará entonces?

Los adultos mayores necesitan de atención especial. En el ámbito de salud los encargados de esto son los geriatras. En México hay 400 geriatras: 300 están en la Ciudad de México; los otros 100 se distribuyen en el país. En Jalisco hay 24, de los cuales 16 ejercen la geriatría, y sólo dos tienen plaza de geriatras. 

La geriatría es una profesión necesaria para la sociedad, pero poco reconocida. El Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde” es la única institución pública que brinda este servicio. El Seguro Social también cuenta con algunos geriatras, pero los tiene como médicos internistas.

A pesar de ser una necesidad mundial, la geriatría tiene poco claro su futuro. Las instituciones que cuentan con algún especialista del área realizan estudios e investigaciones por cuenta propia. Falta trabajo en equipo y planes.

Frases

"Caerse tiene un significado etiológico: está diciéndonos el paciente que algo anda mal"

"Tener una fractura de cadera o de fémur implica la pérdida de la funcionalidad, implica dependencia hacia terceras personas y pérdida de la calidad de vida"
Miguel Flores Castro, presidente de la Asociación de Geriatras del Estado de Jalisco.


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